En vista de la excelente acogida de las visitas a los monasterios de El Puerto el pasado junio, de las solicitudes que no se pudieron atender y de cara a los posibles visitantes interesados en el patrimonio de la ciudad, el historiador del arte Francisco González Luque ha organizado otra ruta sacra solidaria en julio, más amplia en cuanto a contenido. Además de los tres conventos mostrados en las anteriores citas se incluyen en el programa de julio varias parroquias y capillas.

El viernes 8 dio comienzo con la visita al monasterio más antiguo de la ciudad, el de las comendadoras del Espíritu Santo. Unas 40 personas disfrutaron del patrimonio atesorado durante más de cinco siglos por las religiosas de esta orden. Para la ocasión, pudo visitarse, además de la iglesia conventual, algunas dependencias de su clausura, como las sacristías externa e interna, el coro bajo y el claustro. Con este mismo motivo se pudieron contemplar piezas nunca expuestas tanto de escultura como pintura, platería y hasta algunas antiguas cartas de profesión. También este pasado sábado ha tenido lugar la visita al monasterio de la Concepción y se han mostrado magníficas obras de arte y documentación conservadas en la iglesia conventual y otras dependencias de su clausura.

Dada la elevada demanda ya se ha tenido que desdoblar los grupos por estar algunos completos con reservas y no se descarta organizar otra ruta sacra más adelante. El resto de las visitas tendrán los siguientes destinos: parroquia de San Joaquín y Casa de Hermandad de la Flagelación (viernes 15 de julio, a las 20:30 horas), convento de Capuchinas (sábado 16 a las 10:00 y 11:15 horas), Basílica de Nuestra Señora de los Milagros (viernes 22, a las 10:00 y 20:30 horas). La ruta finalizaría el sábado 23 de julio a las 10:00 horas con la visita a las antiguas capillas hospitalarias de San Juan de Dios (Esclavas) y Santa Caridad (Afligidos).

Los dos únicos requisitos para asistir a dichas visitas son hacer una reserva previa mediante whatsapp en el teléfono 630 177 629 y dejar al final de ellas un donativo. Se  trata de una ruta solidaria porque este se destina a las comunidades religiosas y Cáritas en el caso de parroquias y capillas.