Huelva

El PP juega contra sí mismo

  • Pedro Rodríguez mantiene la mayoría absoluta por la mínima y se enfrenta al reto de movilizar a su electorado l Petronila Guerrero conserva el apoyo pese al mal momento para su partido

EL PP va camino de su quinto mandato en el Ayuntamiento de Huelva, pero con una victoria por la mínima. De la capacidad de movilización de su electorado depende en gran medida un resultado en un escenario en el que la contrincante, la socialista Petronila Guerrero, tiene un elevado grado de conocimiento y está bien valorada (al menos, al mismo nivel) por los ciudadanos mientras que el votante popular presenta signos de apatía.

El sondeo elaborado por Commentia recoge muestras del desgaste propio de los 16 años de gobierno que lleva Pedro Rodríguez al frente del Ayuntamiento de Huelva. Este cansancio impediría que el alcalde de la capital rentabilice la buena valoración que tienen los ciudadanos de la marcha de la ciudad (casi la mitad de los encuestados asegura que ha mejorado en los últimos cuatro años) y de proyectos tan bien recibidos como el mercado del Carmen o la peatonalización de la Gran Vía. También recibe un aprobado la gestión del alcalde en el Ayuntamiento y es el PP el partido más valorado (aunque suspende) por su labor en el Consistorio. Sin embargo, Rodríguez recibe un aprobado raspado (5,2) en la puntuación popular, lejos del 6,47 que le otorgaban los onubenses en el sondeo publicado por Huelva Información a tres meses vista de las elecciones de 2007. Y si un 35% de los electores lo prefieren como alcalde, un 24,7% apuestan por Petronila Guerrero. Aunque en intención de voto directo, la diferencia sigue siendo importante: un 20,4% asegura que apoyará al PP para un 14,6% que lo hará al PSOE, con una traducción de 14 concejales para 11 socialistas.

Tras un mandato difícil, con la deuda municipal como problema acuciante resuelto (en parte) in extremis con la operación de semiprivatización de Aguas de Huelva, el PP ha visto caer en cuatro puntos el voto estimado. Y enfrente tiene a una candidata, Petronila Guerrero, que con un 85% de conocimiento entre los ciudadanos y una valoración de 5 ha mantenido prácticamente el porcentaje de voto a pesar de la difícil coyuntura por la que pasa la marca PSOE a nivel nacional y autonómico. La precampaña de Guerrero, con visitas a barrios y colectivos y su irrupción en asuntos de interés para la ciudad como el AVE, además de las reiteradas denuncias (diarias) sobre la situación económica del Consistorio desde el grupo municipal socialista y la casi saturación mediática al respecto, parece estar logrando resultados. De hecho, supera en 7 puntos el grado de conocimiento logrado por la candidata socialista en 2007, Manuela Parralo, en el sondeo paralelo de aquel año, aunque entonces, en un contexto más favorable, el PSOE sumara un 39% en la estimación de voto.

Frente a ese trabajo, la precampaña del alcalde se ha caracterizado por su inexistencia; en un momento en el que los impagos a determinados colectivos convertían en un riesgo las apariciones públicas y la actuación municipal se restringía prácticamente a los planes E y Proteja, el alcalde de la capital disminuía sus comparecencias en paralelo al aumento de las de Guerrero. Hasta hace un par de semanas no se presentaba el equipo de campaña, se convocaba algún acto electoral y aparecían los carteles en calles y autobuses. Ahora le queda un reto importante por delante: vender su gestión, hacer campaña electoral barrio a barrio; Isla Chica (un ejemplo), con caídas en el apoyo al PP en los tres últimos comicios municipales y una elevada población, se ha convertido en escenario electoral para un PSOE que día sí y día también va a recordar la parálisis del proyecto que sustituirá al estadio Colombino. Para el PP también es el momento de aportar algún elemento de renovación a su lista que anime al electorado.

Este impulso es vital para Pedro Rodríguez, al que solo le vale la mayoría absoluta: el pacto PSOE-IU en caso de que no la consiga se da por seguro. Su partido es el que ha perdido fuelle ante un electorado desmotivado, que en un porcentaje importante (14,2%) dice que no va a votar o no lo ha decidido aún. Se enfrenta a un panorama en el que hay un 30% de potenciales electores que no han decidido aún qué papeleta depositarán en las urnas el 22 de mayo y en el que un 8,3% de los onubenses que votaron al PSOE en los comicios de 2007 aseguran que votarán al PP este año. Pero además, hay el convencimiento de que las elecciones están ganadas por el PP, algo que también juega en contra de los populares.

El resultado final de las elecciones, si bien inclinado hacia el PP, depende en gran medida de qué haga ese electorado indeciso y de que los populares consigan animar al suyo a participar en los comicios. El fantasma de la abstención, contra lo que se suele propugnar, perjudicaría en esta ocasión en mayor medida al PP; el sondeo apunta a que una ciudad tradicionalmente abstencionista lo seguirá siendo, con un 46% del censo electoral que no acudirá a las urnas. La campaña se prevé dura.

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