El fabricante francés de vehículos Renault perdió un 3,37% en la negociación de ayer viernes en la Bolsa de París, un día después de que se conociera que la compañía está siendo investigada por el Gobierno de Francia en relación con las emisiones de sus vehículos y a pesar de que se confirmó que no ha instalado ningún dispositivo manipulador. Los títulos de la compañía que preside Carlos Ghosn cerraron el día con un precio de 75,13 euros, lo que representa una disminución de 2,62 euros en comparación con los 77,75 euros con los que finalizaron la cotización este jueves.

La corporación del rombo reconoció el jueves que las autoridades de Francia crearon una comisión técnica, tras el caso del software de Volkswagen, para comprobar las emisiones de los vehículos en el país, tanto de marcas francesas como de extranjeras y posteriormente se iniciaron unos análisis paralelos.

En dichos test no se detectaron pruebas de que la firma haya instalado un software fraudulento, similar al de Volkswagen, para alterar las emisiones, pero, según indicó la ministra de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía, Ségolène Royal, se habrían encontrado "excesos" de emisiones de dióxido de carbono (CO₂) y de óxidos de nitrógeno (NOx) en vehículos de Renault y de dos marcas extranjeras.

Ayer mismo, la ministra reclamó al fabricante una acción inmediata para reducir las emisiones contaminantes de sus vehículos, sin esperar a las conclusiones definitivas de la comisión técnica que ella misma puso en marcha. "Sin esperar las conclusiones, Renault tiene que reaccionar desde ya para ajustar sus motores a las normas", declaró Royal en una entrevista publicada ayer por Le Parisien.