Opinión

El ADN del Carnaval

Ya lo dijo Antonio Burgos: los Beatles de Liverpool fueron los que copiaron a los Beatles de No soy nada chovinista con todo lo relacionado con mi ciudad, Cádiz. Al contrario, tiendo a ser crítico con su realidad, o por lo menos lo intento. Sin embargo, siempre he tenido muy claro la relevancia del Carnaval sobre otras fiestas urbanas. Aquí, donde manda la calle, el disfraz cutre o elaborado, las coplas con o sin ingenio. Y la crítica respetuosa a todo lo que nos rodea. Poca fiesta hay tan libre como ésta, tal vez las Fallas de Valencia. Pero poco más.

Todo ello lo he vivido casi siempre desde la barrera pues mi participación profesional en el Carnaval comenzó primero en la radio y, ya en el periódico, antes del nacimiento del Diario del Carnaval.

Esa visión externa no ha evitado que constatase algo que, para mi, siempre ha sido ajeno al ADN del Carnaval: la falta de humor, la falta de asumir la crítica y la ironía de quienes viven la fiesta desde el concurso del Falla. Siempre recordaré a algunos carnavaleros de renombre que llegaban a la redacción de Ceballos exaltados, con el insulto en la boca (los más suaves) incapaces de aceptar un párrafo negativo hacia ellos. Ellos, que en sus letras daban vía libre a sus elogios... y odios.

Siempre me han llamado la atención esas críticas furibundas hacia quienes cada año han realizado las críticas del COAC en este diario. Las visitas a la redacción fueron sustituidas por el uso ofensivo de las redes sociales, apoyadas en este caso por los habituales a las mismas ocultos en el cobarde anonimato.Tengo claro que ese no es el Carnaval de Cádiz, aunque sea su parte más oscura. Yo prefiero la ironía y el buen humor, incluido el de Doña Cuaresma, de este Diario que cumple 1.000 números.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios