El Caitanic se va a pique. Pero esta película no es como Titanic, ya que, tras el hundimiento del barco, es Jack Pijota quien se sube encima de la tabla y Rousalía es la que se queda sufriendo en el agua. Una situación que sirve para hilvanar el último acto de este cuarteto en forma de parodia, siendo esta la mejor estructurada alrededor del tipo de las cuatro que han interpretado, aunque los golpes no tienen tanto brillo. Jack Pijota no deja que Rousalía se suba a la tabla porque le gusta mucho estirarse. De hecho, no le deja ni que se agarre porque se pueden hundir. Por ello, la mejor solución es que alguien les rescate, por lo que mandan un SOS –socorro, o sea, socorro– en una garrafa. Y gracias a esto aparece el Caitanito I, que demuestra que “este cuarteto rema” –un tirito a los que no les gusta este estilo de cuarteto–. Resalta la aparición estelar, y con mucho ánge, de un pescado del cuarteto infantil ‘Semos salvajes’, que se pone grande por comerse las durezas de Rousalía, una cosa que no es rara porque “la comparsa del Carapapa lleva una mariquita con gafas y nadie dice nada”. Con un pitido por el que el capitán celebra que por fin se pita un penalti en el Carranza –una gran verdad–, al final amanece y descubren que están en La Caleta, por lo que están salvados al comprobar que tocan pie. En el remate, lo más celebrado es el cosqui a Fernando Pérez por decirle que no sabe de Carnaval. Reguleras los dos cuplés. No destaca mucho el primero al darle la vuelta a los cuentos infantiles, por lo que descubren que a Pinocho le crecía otra parte del cuerpo que no era la nariz. Algo mejor el segundo a la Cabalgata de Reyes Magos, que para que no salga tan cara traerán a Diego el Cigala el año que viene, ya que él se trae a los camellos. Le dan giro al tema libre para convertirlo en un popurrí sobre la historia del Caitanic. Sobresale más la repetición de la presentación de ‘La chusma selecta’ dedicada a la huida del capitán y el trozo de la parodia sobre el grupo de Whatsapp carnavalero que las partes nuevas. Por suerte, el Caitanic se salva.

Actuación en semifinales

Se abre una grieta en el Caitanic y empieza a entrar agua en el barco, por lo que tienen que evitar que se hunda. La trama avanza en un tercer pase en el que sobresalen la interpretación, algunos bastinazos gordos y el recurso de las equivocaciones, que es muy habitual en esta agrupación. Tres patas para sostener la parodia por encima del texto, que solo es resultón, pero que no aporta mucho al no guardar un hilo coherente, aunque es muy efectivo para el público. La salida del coma de Jack Pijota sigue sumando más chistes de cosas antiguas. El móvil sigue ocupando el lugar más importante, aunque esta vez con la intervención de Siri, a la que le preguntan si el cuarteto puede ganar y les responde que es más fácil que el Cascana dé el pregón de la Semana Santa. Sin embargo, cuando Rousalía le pregunta si Jack Pijota se va a enamorar de ella, le dice que es más fácil que gane el cuarteto. Tras el móvil, la historia salta al hundimiento, que coge a Pijota y Rousalía encerrados en el camarote y al capitán y a Míster Canelón fuera, por lo que empieza un lío efectista pero facilón al pensar los de fuera que los de dentro están liados, cuando en verdad lo que pasa es que no para de entrar agua. A partir de ahí, chorrean los bastinazos para mantener con vida la parodia. El primer cuplé es olvidable al dedicárselo a un equívoco sexual –algo nuevo– a través de Tinder, por lo que le cuelga un Tinder Sorpresa –tal y como cantara el Selu–. Al final, la cita se acaba porque “con el tiempo tú me haces daño” –un chiste desafortunado–. Un poco mejor el segundo al discutir con el piloto de un avión low cost por la elección del asiento. Sí se atisba algo de ingenio en el tema libre al cantar la presentación de ‘La chusma selecta’ para contar la huida del capitán por el hundimiento. Hacen aguas.

El veredicto del Diario del Carnaval

Otro año será.

Actuación en cuartos

el tipo. Los pasajeros del Caitanic. las coplas. Sigue sin incidencias el viaje del Caitanic. Una navegación en la que Mister Canelón sigue enamorado de Rousalía. El cuarteto de Aguilera, Piulestán y Toté mantiene la estructura de su forma de entender la modalidad, aunque consigue un ligero progreso respecto al primer día al aparcar algunos tics e intentar tirar de la parodia con otros recursos. Dos claves les mantienen en pie. La primera es el personaje de Jack Pijota, que recuerda de forma simpática el Cádiz del ayer tras salir del coma y protagoniza la parte más lograda de la parodia con un grupo de Whatsapp carnavalesco. La segunda es Rousalía, un personaje que da vida al cuarteto a partir del bastinazo, sobre todo por aparecer desnuda para que el Pijota le pinte un cuadro. Dos pilares que sostienen una parodia irregular que, al menos, no recurre a los chistes. Reguleras los dos cuplés. En el primero, reaparece una vez más el Satisfyer, que cuando lo usa Chabelita sopla hacia fuera. En el segundo, Andy deja a Lucas por Bustelo. El tema libre deja una sensación algo fría al estar un escalón por debajo de la parodia al retomar la grabación de la película en el Caitanic por parte del director de Canal Sur, Raimundo Amaya.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-cortado (aceptable)

Actuación en preliminares

El cuarteto de Javi Aguilera y Ángel Piulestán regresó al Falla tras dos años ausente en la quinta función clasificatoria del COAC 2020 con su nueva apuesta, 'Cari, resiste'. 

el tipo. Los pasajeros del Caitanic. las coplas. La película Titanic se vuelve gaditana. Con un preludio en vídeo –quizás, lo más logrado de toda la actuación–, Jack el Pijota sale del coma 30 años después, por lo que el gran doctor Libi le regala un pasaje para que embarque en el Caitanic. Por su parte, Rousalía provoca el tongo del Sorteo de Navidad para que le toque, por lo que también se sube al barco. Junto a ellos, en la parodia aparecen Míster Canelón, el capitán del Caitanic y su grumete. Una historia que le sirve al cuarteto de Aguilera, Piulestán y Toté para volver al Concurso del Falla con las mismas armas que utilizaba antes de su descanso, resaltando más el envoltorio que el texto del cuarteto. Una dicotomía con la que, sin embargo, se gana el favor del público, que responde muy agradecido a los tics que se repiten y una estructura muy reconocible. Con más interpretación que golpes, funcionan más la exageración y el bastinazo que la forma de llegar al chiste. El capitán no para de equivocarse con el nombre de Míster Canelón. Rousalía con sus bastinazos y Jack el Pijota llevan el peso del cuarteto. Aparece levemente el chistómetro con el padrastro, aunque sí encadenan algunas gracias algo más logradas, como la del carril bici con macarrones que hizo Kichi en el colegio. Pero el Falla se cae con el famoso Estefanía –hay que ver Telecinco para entenderlo–. Bastante bueno el primer cuplé a los cambios en el tráfico en Cádiz, por lo que por culpa del alcalde se está perdiendo el doble sentido. Un cuplé a Álvaro Cervera nunca puede ser malo, sobre todo si se le dice que es el mayor genio de la humanidad. En el tema libre, que se mueve en la misma tónica, la historia da un giro para separarla del inicio al subirse al barco el director de Canal Sur, Raimundo Amaya, para rodar una película en el Caitanic. Al final, Rousalía es el iceberg. El teatro les despide en pie.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-cortado (aceptable)

La previa

Cuarteto Cari, resiste

El cuarteto de Javi Aguilera y Ángel Piulestán regresa al Concurso del Falla dos años después de participar con 'Los de la gran puñeta' y reforzado en la autoría por Francisco José Fernández Díaz Toté.  Lo hará con 'Cari, resiste', en lo que es un nuevo guiño de un grupo en recuerdo de Juan Carlos Aragón, fallecido el pasado mes de mayo, aunque en este caso se hace desde un punto de vista humorístico al rescatar el ya popular "Cádiz resiste" de la presentación de 'La gaditaníssima'. La única novedad en el grupo es la incorporación de Cristóbal Torres en lugar de Jorge García Perrichi, que sigue con su cuarteto de Alcalá de Guadaíra. 

Cabe recordar que la trayectoria del cuarteto de Ángel Piulestán y Javi Aguilera comienza en 2011 con 'Si Emilio hablara', que obtuvo el tercer premio. A partir de ahí, ha conseguido entrar en la gran final del Concurso del Falla con 'Los tuyos', 'Los que siempre se pasan de tiempo', 'Los niños de la Mary', 'Cuento de tronos', 'Los del Patronato' y el ya citado 'Los de la gran puñeta'.