Comparsa Los niños sin nombre

El mágico año de la comparsa de la cantera

  • Los autores de la agrupación ‘La ciudad de Dios’ hablan del inesperado Carnaval que vivieron en 2019

Los integrantes de la comparsa 'Los niños sin nombre' durante el pasado concurso.

Los integrantes de la comparsa 'Los niños sin nombre' durante el pasado concurso. / Jesús Marín

Si hay una palabra que describe el cúmulo de sensaciones vividas el pasado año por la comparsa ‘Los niños sin nombre’ es “magia”. La magia de llegar a adultos después de triunfar en la cantera y tocar el cielo del Concurso; la del cariño recibido por el público y los medios en un pase tras otro, hasta quedarse en las puertas de la gran final; la magia de encandilar al teatro, pero también al público de la calle, que siempre les acompañaba como un batallón durante la semana de Carnaval; la de recibir varias distinciones como el Premio Cajonazo de la Tertulia Doña Frasquita o el Candela y Espino que da Amnistía Internacional; la de transmitir el mensaje de un pasodoble de marcado carácter feminista en 27 millones de visualizaciones por todo el mundo.

La magia, en definitiva, de llegar al corazón de los carnavaleros sin más varita que su repertorio, tal y como reconocen los autores de la comparsa de la cantera, Antonio Pérez Fuentes ‘El Piru’ y Sergio Guillén Bancalero ‘El Tomate’, que hoy mismo regresan al Falla con su comparsa ‘La ciudad de Dios’.

“Nosotros cogimos a este grupo con la intención de hacer una comparsa de largo recorrido, porque sabemos lo complicado que es llegar y colocarnos donde lo hicimos, así que fue mágico”, explica Sergio Guillén, autor de la música, para el que “sin duda ha sido lo más bonito que he vivido en estos 22 años de Carnaval”.

Tanto él como Antonio Pérez hacen referencia al “cariño recibido” como lo que más les ha llegado, más que todos los premios y contratos del mundo, que no fueron pocos, hasta el punto de que sus expectativas de cara a este certamen son “disfrutar y pasarlo bien y, si se llega al nivel del pasado año, pues bienvenido sea”, comenta Sergio Guillén. El autor de las letras, por su parte, describe que son las mismas que el año pasado, pues somos los mismos componentes y los mismos autores, “quedar entre las 10 y 17 primeras sería estupendo y si llegamos más lejos, pues ¡ole!”.

¿Pero y los niños? ¿Cómo lo han tomado ellos? "pues son los mismos de siempre, no han cambiado ni un poquito, siguen hablando de las mismas cosas, porque es un grupo que tiene muchas inquietudes y otras prioridades más allá del Carnaval", ahonda Piru de esta comparsa de jóvenes, muchos de ellos hijos de grandes carnavaleros que no sólo lo llevan en la sangre, sino que “se lo toman con mucha alegría, pero como lo que es, Carnaval”, añade Sergio Guillén.

Esto no quita que “estén nerviositos porque se acerca el momento, todos lo estamos”, confiesan. Sobre todo, ante el hecho de presentarse en el teatro con una perspectiva distinta que el pasado concurso, no tanto por ellos, sino por lo que el público espera de la comparsa. “Yo no creo que estemos en el punto de mira como si nos estuvieran apuntando como un francotirador”, comenta Antonio Pérez con sentido del humor, “es simplemente que se espera mucho de nosotros y pocas veces en la vida cuando se espera tanto de alguien se responde a expectativas idílicas”, profundiza. “Así que no sé si responderemos a lo que espera la gente”.

Y es que su comparsa caló hondo, hasta el punto de convertirse en referente en cuanto a sus letras críticas a nivel internacional. Una de ellas, la que se hizo viral, el pasodoble dedicado a la mujer titulado Escucha un momento, se escuchó más de 27 millones de veces, “con lo que supone llegar a través del Carnaval a gente de todos los rincones con un mensaje tan necesario”, asevera Sergio Guillén. Un pasodoble que fue recomendado en twitter por Alejandro Sanz y que otra artista como Vanesa Martín reclamó y llevó al escenario de su concierto en Cádiz.

Pero no quedó aquí la cosa, pues Antonio Pérez se desplazó hasta Mallorca junto a su madre para hablar de feminismo, la educación y el Carnaval en un foro de gran calado al que fue invitado en representación de la comparsa. “Fue precioso que esta letra fuera tan reconocida”, como también lo fue la que dedicaron a lo sueños sin alcanzar de los niños del otro lado del Estrecho, que se hizo con el Candela y Espino.

Y esta senda, la de la letra crítica, comprometida y con mensaje, es la que vuelven a tomar los representantes de ‘La ciudad de Dios’. “Siempre nos gusta ofrecer un mensaje, aunque el primer día hurgaremos más en las emociones en los pasodobles”, explica el autor de un repertorio que viene a decir cosas, a través de “este altavoz tan necesario” en que cada febrero se convierte nuestro Carnaval.

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