COAC 2019 | Ambiente

Una chirigota de las de antes para demostrar que lo sencillo gusta

  • Con sólo siete hombres, seis que salen en su comparsa, David Amaya causó una grata impresión

Los componentes de la chirigota chipionera en camerinos.

Los componentes de la chirigota chipionera en camerinos. / Lourdes de Vicente

Con siete basta. Siete hombres, seis de ellos de Chipiona y uno de Sanlúcar, se atrevieron a hacer algo que no se veía desde hace más de medio siglo en el Falla: subirse con un número tan reducido que ni siquiera llegan a ser la mitad de una comparsa. Desde que los Carapapa sacaran ‘Lo que quedó de la banda del tío Perete’ en 1995, y luego ‘Blancanieves’, los aficionados al Carnaval no habían tenido ocasión de presenciar cómo eran esas chirigotas antiguas, cantadas a caja y bombo. “Era una idea que David (Amaya) tenía en mente y nosotros nos hemos atrevido. Llevaba años barajándolo y nosotros hemos dicho, ¿por qué no?, vamos a intentarlo”, comentaba en camerinos Cristóbal, el único guitarra del grupo, que aclaraba que el instrumento que transformó la chirigota clásica en comparsa de la mano de Paco Alba sólo sonaría en presentación y popurrí. “El resto del repertorio va a caja y bombo, como antiguamente. Sabemos que es una propuesta arriesgada, si gusta bien y si no pues mala suerte”.

Explicaba además que han querido trasladar “el espíritu de las agrupaciones callejeras al Falla. Sabemos que quizá es algo que no todo el mundo puede encajar pero había que intentarlo”.

Además, todos los componentes del grupo, salvo el bombo, que es de Sanlúcar, forman parte de la comparsa que también trajo al Concurso David Amaya en la sesión del miércoles. “Sabíamos que podía tocarnos cantar juntos y ha faltado un pelo. Ya nos las habríamos apañado”, concluyó.

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