El tipo. Hombres del campo. Las coplas. Un pueblejito en el que la vida pasa más lenta. Vigilantes desde la frontera, la comparsa de José Juan Pastrana mantiene la buena cosecha en su segundo pase, aunque la interpretación se resiente un poco al sonar mucho menos limpia que en el primer pase. Con una idea que saben desarrollar en la presentación y el popurrí, los pasodobles resaltan por el punto personal que tienen. En el primero, narran la historia de Antonia, una mujer que no para de hacerse pruebas médicas para descubrir las dolencias que sufre. Un nombre que aparece en una lista de espera, mezclándose los sentimientos entre la esperanza por las llamadas y la aparición de más dolores. Con una crítica velada a la situación de la sanidad, lamentan la cantidad de Antonias que se han quedado por el camino. Muy emotiva la segunda letra a sus hijas, chirigoteras de ‘Las añejas’ y motivo por el que sus padres están en el Falla. Con ellas en el escenario, les dan consejos como que se queden con detalles como estar en el Falla junto a sus amigos. Los cuplés, de dos en dos, bajan un poco el nivel del pase, salvándose un poco el dedicado a la inteligencia artificial, que no puede rascarse en un día libre, y el de la cocina moderna, que para no estropearla prefieren irse a comer al bar.

Buena

Preliminares

El tipo. Hombres del campo. Las coplas. Un pueblejito cuidado desde las afueras, sin prisas y saboreando y sintiendo la tierra. José Juan Pastrana vuelve con un proyecto propio al Concurso rodeado de sus amigos. Una fidelidad que tiene como premio un repertorio hecho con mucho mimo, un sonido muy reconocible, cierta sencillez en las formas y letras muy bien ligadas a la idea al presentar el Pueblejito la Frontera. Una sorpresa agradable –o no tanto por los mimbres tan buenos que tiene el grupo– que puede tener mucho recorrido. Sin rodeos y sabiendo mostrar la vida del personaje y del pueblo que cuida desde las afueras, resalta el precioso pasodoble, con un cambio de registro respecto a las músicas que solía hacer José Juan y un soniquete muy alegre. La concepción de la comparsa queda muy clara en la letra de presentación, en la que el autor afirma que “vuelvo con mi gente a trabajar mi tierra”. Un repertorio hecho “semilla a semillita siempre que respeten los temporales”. Muy oportuno el homenaje de la segunda copla a Juanlu el Cascana a partir del recuerdo a Willy y Paquito el del Mentidero. No recogen demasiados frutos con los cuatro cuplés, solo resaltando el último a lo “buena gente” que es Bruno García. El retrato del pueblo en el popurrí deja cuartetas brillantes como la comparación entre la libertad del pueblo y la falta de identidad de la ciudad. Buena cosecha.

Buena.

Previa

El Carnaval de Cádiz es una cuestión hereditaria, una tradición que pasa de padres a hijos. Sin embargo, hay ocasiones en las que los más pequeños son los que provocan que renazcan las ganas de un grupo de amigos para volver a reunirse y sacar una comparsa.

En 2020, José Juan Pastrana (uno de los autores que más ha trabajado en las últimas tres décadas por la cantera de la fiesta) y Francisco Joaquín Fernández Cressi Sito se unieron para dar forma a uno de sus proyectos más bonitos para el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas del Gran Teatro Falla. Ambos dieron forma a una chirigota en la que participaron (y aún hoy siguen participando) las hijas y los hijos de varios carnavaleros con un importante historial en la fiesta. Un camino que se inició con 'Pa roja, roja, nosotras' y que en este 2024 se mantiene vivo con la juvenil 'Las añejas'.

Esa ilusión de las niñas y los niños ha hecho que los padres se vuelvan a unir para sacar la comparsa 'Pueblejito la Frontera'. 

Comparsa 'Pueblejito la Frontera'.

Junto a José Juan y Sito estarán componentes con un amplio historial en la fiesta como Andrés Sibón, Javi Otero, Miguel Ángel Gómez, Rubén Navarro, Carlos Veneroni o el jerezano Manuel Otero, lo que da una buena muestra de la calidad del grupo. 

José Juan Pastrana tiene un amplio recorrido en la fiesta tanto de autor de comparsas y chirigotas como de componente de comparsas como las de Antonio Martínez Ares y Tino Tovar. Pilar vital de la cantera, comenzó en ella con la comparsa juvenil 'De calle (tres murgas callejeras)' en 1996. A ella le siguieron 'Recuerdos de Cai' (1997), 'El varadero' (1998), 'Los artistas callejeros' (1999) y 'La calle los zapateros' (2000) antes de dar el salto a adultos con 'El camino de los mentirosos (semifinalista en 2001). El salto como autor lo da en 2004 al asumir junto a Francisco Javier Tizón el Pájaro a una buena parte del grupo de Martínez Ares hasta esa fecha con 'Los malditos'. En 2005, se cerraría esta etapa con 'Los navegantes'. A la par, se abriría la trayectoria de la chirigota del Barrio con la infantil 'Adiós mi España querida' (1999).

En los últimos años, además de la chirigota infantil, también ha realizado las comparsas 'La creadora' y 'El veneno del rincón'. En este 2024, este grupo será 'Cádiz puro'.