-Este año están ustedes más caseros que callejeros pero, ¿a quién le pondría una calle del mundo del Carnaval y por qué?

-Al Libi, sin duda. Para mí el Carnaval es reírme y nadie me ha hecho reír más en mi vida que El Libi.

-En el piso de estudiantes de su tribu o en la calle, ¿dónde puede vivir uno mejores juergas?

-Hombre, está claro, en el piso de nuestra tribu, ¿no?

-¿Cómo vivieron la calle el pasado año? ¿Fue especial?

-La verdad es que sí pero también hay que reconocer que quedemos como quedemos nosotros siempre lo pasamos bien porque somos muy de calle, de hecho, algunos de nuestros componentes han salido en varias agrupaciones callejeras. Y este año ahí estaremos en nuestra calle Barrié, en la puerta del Millonario, más o menos, que es donde solemos cantar . Un par de días estaremos seguro en ese lugar.

-¿Con elefante o sin él?

-¡A ver si llega! Porque no veas... Pero sí, la idea es sacarlo al menos un día a la calle, a ver si alguno se ofrece...Porque El Piru, que es quien lo estaba manejando, va a acabar roto... Los tramoyistas están meados con él.

-¿Tiene nombre?

-¡Qué va! No le hemos puesto nombre ni nada...

-Para no cogerle mucho cariño por si se pierde... Por cierto, ¿se ha perdido algún tipo este año?

-Para evitar lo del año pasado hemos pasado lista en la peña... Además la costurera nos mata porque ya con el tema de la chaqueta nos ha dado muchas indicaciones de cómo doblarla y todo porque la tela es muy delicada. Para no mentir, parece que a uno se le perdió los otros días un chaquetón, pero eso no es parte del tipo...

-¿Es el humor una calle de doble sentido o una autopista de siete carriles donde cabe de todo?

-Para mí es grande, cabe todo, ya luego está lo que a cada uno le guste más. A mí me gusta el humor negro y no todo el mundo lo soporta.