Diario del Carnaval

El Carnaval de Cádiz y sus historias: La carta de Margarita Gutiérrez

  • Una simple misiva al director del Diario firmada por una veraneante criticando a la ciudad y a los gaditanos encendió el orgullo patrio y provocó un aluvión de coplas en 1983

El cuarteto ‘Margarita Gutiérrez y los pañolitos verdes’, con una gran carta al director en el forillo.

El cuarteto ‘Margarita Gutiérrez y los pañolitos verdes’, con una gran carta al director en el forillo. / D.C.

Por entonces, sin redes sociales y sin globalización, lo que se publicaba en Diario de Cádiz, único representante de la prensa escrita en la ciudad, tenía una enorme repercusión en las coplas del Carnaval. Las noticias, principalmente las locales, eran fuentes de inspiración para los autores. Pero lo acontecido en el Carnaval de 1983 superó con creces esa tradición. Una simple carta al director provocó tal revuelo en la ciudad que luego se reflejó sobre las tablas del Gran Teatro Falla hasta el punto de que fueron pocas las agrupaciones que no tocaron el tema.

La historia comienza el 10 de agosto con la publicación de una carta de una tal Margarita Gutiérrez, veraneante, en la que no dejaba en buen lugar a Cádiz y a los gaditanos. Una misiva en la que dejaba varias perlas que encendieron el orgullo patrio. “Llevo ya dos semanas aquí y si no me he ido todavía es porque tengo alquilado un apartamento hasta finales de mes”, podía leerse en la carta. “Nada más llegar vi la enorme suciedad que hay por todas las calles, y lo más grave, que ninguno de sus habitantes se preocupa por no aumentarla. Todo lo contrario, pues hasta ahora no he visto a nadie que tirara los papeles y demás residuos en su sitio, sino que impunemente lo arrojan donde les da la gana”, aseguraba. También criticaba la suciedad de la playa. “He ido solamente una vez, y fue llegar e irme, pues me daba repugnancia ver tantos desechos en la arena. Cascos de botellas, plásticos, sobras de comida, papeles, y la gente tan feliz”, decía la susodicha.

Enrique Villegas dedicó todo un popurrí a Margarita Gutiérrez en su comparsa ‘Los comuneros’

La carta contenía también recados para los gaditanos. “Muchos intentan hacerse los graciosos con los forasteros, gastándonos bromas estúpidas y considerándonos como seres extraños. Yo, de verdad, no les veo la gracia y además me han parecido gente poco seria, y en muchos casos irresponsables, porque no atienden a los visitantes como debieran”, relataba el texto. Y después de lamentar estar alojada en el Paseo Marítimo, sufriendo el ruido de los clientes de los bares, Margarita seguía a la carga: “Creo que todos los gaditanos deberían gastar su esfuerzo en algo más productivo que estar hasta las tantas en la calle, por ejemplo, en asear las calles y la playa de la ciudad, que de verdad hace falta”. La carta acababa con un rotundo mensaje: “Después de mi experiencia gaditana sólo he sacado una conclusión, y ésta es que jamás en mi vida volveré a Cádiz”.

El final de la carta de Margarita Gutiérrez. El final de la carta de Margarita Gutiérrez.

El final de la carta de Margarita Gutiérrez. / D.C.

Las respuestas no se hicieron esperar. Dos días después se publicaban tres cartas, otras tres el día 13 y cinco el 14. El 15 el propio Diario publica en la sección de Cartas al Director este texto: “En las últimas fechas, a raíz de la aparición de una carta de Margarita Gutiérrez, han sido numerosos los gaditanos que han reaccionado contestando a esa veraneante. En nuestras columnas han aparecido varias de esas comunicaciones, pero quedan muchas más. Al objeto de dar cabida a otros temas que nos llegan, consideramos que es momento de dar por terminado el tema, al estimar que las contestaciones aparecidas son una buena representación del sentir de quienes se dirigieron a nuestra sección”. Y al final del texto se nombraban a otras personas cuyas cartas se archivarían.

La controvertida carta al director se publicó en el Diario el 10 de agosto de 1982

La herida causada por la carta en la piel de los gaditanos provocó que una agrupación se entregara por completo a esta polémica. Fue el cuarteto local ‘Margarita Gutiérrez y los pañolitos verdes’, que llevaba en su forillo una enorme carta al director. Además, todo un Enrique Villegas dedicó íntegramente el popurrí a Margarita en su comparsa ‘Los comuneros’. El grupo iniciaba esta pieza con la música de una famosa canción dedicada a otra Margarita, Rodríguez Garcés, protagonista de una película española: “Margarita se llama mi amor, vino a Cádiz a veranear, y en vez de pasárselo jamón se pasó de tanto criticar”, comenzaba el popurrí. En el transcurso del mismo la comparsa, dirigida por Antonio Alemania, cantaba “puede ser que tu nariz no perciba más olores que los que puedan venir de tu mismo malhumor”, para acabar ofreciendo “nuestro perdón” a Margarita e invitarla a la ciudad para conocerla mejor.

Antonio Martín escribía para ‘Agua clara’ un pasodoble alusivo. “Sepa usted que el mar que baña toas nuestras playas es más que trimilenaria, sepa señora”, decía la copla en referencia a una carta “más que maldita”. El autor llegaba a afirmar que “aunque yo nunca pensé fuese verdad y por tanto no existió tal Margarita. Así que al que en la carta se ocultó le diré pa que sepa, que además de cobarde ninguno de sus padres conoce La Caleta. Y escupe envidia por nuestro rincón porque alguien le parió en la gran puñeta”. La chirigota ‘Los paños de cocina’ acababa un cuplé de manera rotunda: “Yo me cago en toas las castas de la madrastra de Margarita”. Su autor, El Chimenea, había firmado precisamente una carta al director respondiendo a la veraneante. El recordado autor se había manifestado por partida doble, como coplero y como ciudadano, en contra de esa señora que tanto molestó con su misiva.

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