COAC 2024

Antonio Martínez Ares: "Este año iba a descansar pero llegó la idea de La oveja negra"

Antonio Martínez Ares, en el colegio Juan Carlos Aragón, donde ensaya 'La oveja negra'. Antonio Martínez Ares, en el colegio Juan Carlos Aragón, donde ensaya 'La oveja negra'.

Antonio Martínez Ares, en el colegio Juan Carlos Aragón, donde ensaya 'La oveja negra'. / Lourdes de Vicente

Antonio ama el Carnaval y ama el Concurso. Su amor se derrama por toda la conversación, la tiñe, nos mancha las manos, y aunque, dice, acusa “cansancio”, y aunque, dice, al certamen “le hace falta ya un cambio” (“y lo digo porque me importa, me importa mucho), y aunque, dice, iba a tomarse este COAC 2024 como año sabático (“y algún año lo haré”, advierte), Antonio, Antonio Martínez Ares, quizás el autor más esperado de la modalidad de comparsa y que esta tercera sesión de preliminar estrena ‘La oveja negra’, tiene “la misma pasión” que el chaval que hace 40 años escribió ‘Requiebros’ y ganó un sexto premio que le supo a Copa de Europa. “Mi padre me lo dijo entonces, lo importante no es llegar a una final, ni ganarla, lo importante es mantenerse. Diecisiete años tenía yo...”

–¿Cómo es ser usted en un día como hoy?

–Vamos a partir de la base que ser yo es muy complicado (ríe) y si a eso le sumas un día como el de hoy... A ver, es la previa del día más bonito de tu Concurso, porque vas a recibir tipos, vas a recibir un cargamento de cosas que te han hecho los artesanos con una ilusión tremenda, lo vas a ver todo puesto... Y mañana (por este día de estreno) todo eso se multiplica porque intentas que haya una química con el público. Ahí es donde está la maravilla y el caos tan tremendo de esto. Siempre digo que el primer día es el más bonito pero si no conectas después se te hace una bola que te dura un mes.

–¿Lleva bien las expectativas que hay siempre sobre su obra?

–No, no lo llevo bien. Yo sufro mucho a la hora de componer y no soy una persona que tenga el repertorio cerrado a estas alturas. Ya sé que es un problema mío, porque yo trabajo así, el único culpable soy yo, pero sufro de una manera brutal porque intento estar a la altura de...

–¿De quién? ¿De qué?

–De mí mismo. Ganar o no ganar no depende de ti, pero superarte a ti mismo es la principal batalla que tenemos todos los que estamos en este conflicto llamado Concurso.

–Se sentó a escribir ‘La oveja negra’ tras una trilogía de comparsas pertenecientes a un, digamos, mismo universo. ¿Ha sido difícil ponerse con algo diferente o, bueno, quizás esta también tiene que ver con las anteriores propuestas?

–Efectivamente no tengo deseo de hacer una continuidad pero, qué duda cabe, que en el poso de ‘La oveja negra’ está este universo creado en las últimas agrupaciones, que no sé si han hecho posible que ‘La oveja negra’ sea depositaria de este momento en el que nos encontramos porque nos ha costado mucho decidir qué queríamos hacer este año. Y llegó tarde, muy tarde, la idea, la manera de enfocarlo, yo quería descansar...

–¿Sí?

–Sí, sí, y además algún año lo voy a hacer porque me siento súper cansado. Iba a descansar pero llegó esta idea y nos dijimos, vamos a intentarlo, aunque los demás compañeros llevaran como un mes y pico ensayando. Esto es que pasa factura en muchas cosas, en la salud, en la vida cotidiana, en mil historias... Pero, bueno, ‘La oveja negra’ salió en el autobús de camino a un bolo fuera de Cádiz. Y es que así es como yo quería llamarme cuando hice el disco. Yo quería llamarme La oveja negra pero no hubo quorum por la discográfica y tal, pero son esas cosas que se quedan en el subconsciente y, bueno, lo propuse y lo vimos. Al fin y al cabo es una metáfora de la vida, ¿quién no se ha sentido una oveja negra en un momento de su vida?

–¿Es un personaje? ¿Qué se puede contar?

–Es un personaje creado, tiene esa parte de oveja que dijimos..., ¿qué hacemos con esto?, y una parte de oscuridad que molaba mucho tal como está la vida. Así que hemos hecho una mixtura para ver qué salía por ahí pero realmente es un andar por el camino que el sistema te obliga...

–¿Hablamos de alguien inadaptado a las convenciones?

–Sí, pero llévatelo también al mundo carnaval. Por eso te decía lo de ¿oveja?, pero hemos encontrado un equilibrio porque no queríamos perder ninguno de los dos perfiles.

–¿El mismo equipo técnico?

–Sí, Manuel Odriozola Atelier, Achicarte y Sara Romero. Durante estos años estamos trabajando juntos y muy bien, ellos son muy originales, se les ocurren muchas cosas, basta decirles cualquier cosa que al día siguiente te traen tres alternativas distintas a cuál mejor.

–Y a usted le va lo original y el riesgo...

–Me gusta bailar en la cuerda floja y este año voy a arriesgar en distintas cosas. Ya lo veréis... Pero voy a arriesgar en maneras de y en pasodoble, que voy a hacer una cosa antigua

–Pero los últimos años su pasodoble era, digamos, más clásico. ¿Aún más se refiere?

–Sí, he querido revisar el pasado, pero el pasado de los que nos antecedieron pero diciendo, ¿por qué no podemos hacer algo distinto... Pero sí, no quería perder ese rumbo de pasodoble clásico de los últimos años y sigo pensando que es un riesgo porque dentro de ese clasicismo hay vanguardia y hay que saber muy bien conjugar las dos cosas para que tenga sentido.

–Pasado... 40 años de ‘Requiebros’, ¿en que se sigue pareciendo ese chaval al autor que es hoy?

–Son muchos años, aunque yo me quito los que no estuve en el Concurso, pero sí, son muchos años... Aunque aquí el que nos gana es Ramoni... Pero a tu pregunta, pues tengo la misma pasión por el Carnaval que tenía con 17 años pero, por supuesto, estoy agotado, psicológicamente y físicamente cansado. Pero que es culpa mía, no se lo puedo achacar al Concurso ni a nada más. Esto es todos los años de tu vida, a no ser que digas me voy a tomar un año sabático, que ya te digo que en principio me lo pensé... Pero tengo la misma ilusión, las mismas ganas de que me escuchen y de crear recetas nuevas de Carnaval y de ser la oveja negra... Es que me viene muy bien el tema de la oveja negra, casa mucho conmigo...

–La cuenta, por ahora ¿más alegrías que decepciones?

–He tenido muchas en estos años, decepciones e incontables alegrías, he pasado por grupos distintos, he estado cantando, he estado fuera, he vuelto, he estado en la segunda fila, en la primera... He pasado por muchas etapas pero el balance para mí es positivo teniendo en cuenta la cantidad de gente que hoy hace Concurso y que yo todavía pueda decir que haya gente que me siga esperando todos los años con los brazos abiertos para ver qué voy a hacer, pues para mí es una maravilla. En la balanza gana lo bueno, pero está la oveja negra... Yo siempre he pensado que hay algo en mí, en Carnaval, que era un poco como ir a contrasentido. Por eso, te insisto, es que me veo muy encajado en la idea de este año. Me veo muy reflejado.

–Estará de nuevo sobre escenario, ¿no?

–Sí, y está la incorporación de Fali Vila porque Mota no puede estar por motivos de salud. Así que ha vuelto a entrar Fali Vila con nosotros este año y el grupo se mantiene, es el mismo.

Antonio Martínez Ares, autor de la comparsa 'La oveja negra'. Antonio Martínez Ares, autor de la comparsa 'La oveja negra'.

Antonio Martínez Ares, autor de la comparsa 'La oveja negra'. / Lourdes de Vicente

–¿Le ha afectado un Concurso tan pegado a Navidad?

–Sí. No recuerdo una buena Navidad, aunque tampoco recuerdo una buena Navidad desde hace mucho (ríe). Diciembre es un mes donde empiezan los conflictos víricos, las comidas de empresa, de festividad... Prácticamente nunca estamos los 15 en el mes de diciembre. Nos ha costado mucho organizarnos para tener un repertorio a la altura el primer día. Diciembre ha sido un mes insufrible.

–¿Y lo de cantar tan pronto...?

–Es que el acordeón del Concurso se mueve de una manera muy distinta, así que viéndole los pros más que los contra, al cantar temprano eres tú el que marca la pauta. Pero, bueno, como sabéis, yo no suelo escuchar el Concurso, ni a los más esperados ni a los menos esperados. Nosotros desde que salió la bolita del sorteo con el día 11 pues a ponernos las pilas. ¿Que ha tocado trabajar más? Pues sí, pero no todos los años vienen igual.

–¿Qué tiene que pasar en el debut para que usted salga pletórico?

–Pues que conecte con el público, y eso se nota en 0,2, lo percibes, lo notas, ya en la presentación si eso va bien o no va bien, y cuando ya estás metido en el pasodoble ya dices qué bien, qué bonito... Pero como eso no se dé, dices “uy dios mío qué mes me queda, un mes muy malo...” (ríe). A ver, yo el primer día voy a concursar pero creo que nadie vaya el primer día a ganar. Creo. Bueno, hay pelotazos, excepciones en la historia, pero lo suyo es ir correcto, ir bien... Con que eso salga... Es que el Concurso es muy intenso... Yo si te digo, echo de menos una preselección, y mira que yo nunca fui amante de eso pero...

–¿A puerta cerrada? ¿Con todos? ¿Cómo la haría?

–Yo cogería a los señores del jurado y en el Títere, por ejemplo, que todos los grupos cantaran pues, no sé, presentación y pasodobles y uno así se va haciendo un poco la idea... O yo recuerdo inventos como las sesiones de tarde y noche... No sé, se podría intentar... Eso sí, hablo de una preselección para todos, ¿eh?, y a puerta cerrada, sí... Es que yo entiendo que el Concurso carece de calidad, y también entiendo que hay mucha gente que se divierte muchísimo con la preselección porque se harta de reír, las redes sociales ardiendo... Pero la pregunta es, ¿eso es bueno para el Concurso? Yo creo que debería haber una preselección porque esto me importa, aunque sé que es un cascabel para ponérselo a un gato que nadie quiere, porque ese equipo de Gobierno estaría señalado siempre. Pero bueno, todo entra por la piedra del Carnaval... Creo que hay muchas cosas que se podrían hacer por el Concurso pero, como siempre, vamos tarde, creo que hay falta de ganas, hay colectivos a los que tampoco le interesa... Al final esto se resume con la frase de, da igual, esto es Carnaval... No sé, a mí me gustaría una preselección porque creo que ganaríamos en calidad. Mira lo más positivo que hubo con Kichi fue el Carnaval en el que hubo seis pasodobles, y eso se notó. Tienes que afinar muy bien con los temas que cantar, pero no se vio un desgaste por parte de las agrupaciones. Ahora, exigirle a las agrupaciones, a las mejores y menos mejores, ocho pasodobles o ocho cuplés buenísimos, yo creo que no es viable.

–¿Y eliminar la fase de cuartos? Sinceramente, a mí es la que me cuesta más llevar

–Sí, ¿por qué?

–Porque creo que, en términos de calidad, se nota más la mediocridad

–¿Y no la notas más en preliminar?

–No, por la ilusión de los estrenos, salen ideas frescas, aunque a lo mejor no estén tan bien llevadas

–Eso te lo compro, pero creo que es injusto con el recorrido de las agrupaciones y porque para muchas de ellas es jugarse el tipo aunque para otras sea una fase más. Pero la cuestión, o al menos así lo veo yo, es que como la mediocridad está, es indudable, instalada en el Concurso, aunque a lo mejor siempre ha sido así, no sé, pero creo que es el momento de cambiar algunas cosas.

–Porque su modalidad, en concreto, ¿cómo la ve?

–A ver, no quiero que esto suene en detrimento de los compañeros que están ahora ni mucho menos, pero sí es cierto que la modalidad de comparsa ha sufrido unas bajas muy considerables. No está Juan Carlos, por desgracia, no está Jesús Bienvenido, no está Tino Tovar, este año tampoco está Kike Remolino... Eso es malo para la modalidad porque nos retroalimentamos todos y hace que nos pongamos las pilas. Viene fulano, viene mengano... Dices, hostia... Mira, antes me hablabas del año 84, yo competía con Villegas, con Antonio Bustos, con la gente del Puerto, de Barbate, gente de la Isla... Era la leche... Y es verdad que tuve la suerte de llegar y besar el santo, que me llevé el sexto premio y fue, imagínate, 17 años... Como me decía mi padre, “no es una cuestión de ganar, Antonio, sino de mantenerse...” Yo echo mucho en falta a compañeros que no están. ¿Tú que te crees, que la sombra de Juan Carlos no es alargada? Es muy alargada. Yo me acuerdo todos los días de él, y cuando llega el Concurso no te quiero ni contar... Yo intento todos los años desde que él no está hacerle un guiño en el repertorio, porque me sale. ¿Pero tú te crees de verdad que yo no echo en falta a Jesús Bienvenido y su manera de ver el Carnaval que es completamente distinta a la de otras personas? ¿O la de Tino? Que cuando viene te dice, perdona, que estoy aquí. ¿O Kike? Que es un tipo que le tiene cogida la medida perfecta al Concurso, que lo conoce como nadie... Este año tenemos la buena noticia de los Carapapa, un viento fresco otra vez. Pero se echan mucho de menos a todos esos autores, las cosas como son... Y en absoluto todo esto es en detrimento del Tomate, ni de otros chavales, porque me parece que hacen comparsas estupendas pero que les falta ese recorrido, como me faltaba a mí en el año 84 vamos... Me estoy acordando también de Luis Rivero, que también estaba ahí con su comparsa... Ha sido una modalidad muy castigada... También la chirigota es verdad que están atravesando un momentito... Y los coros, sin embargo, están en una línea distinta y está en proceso de cambio, al igual que los cuartetos... Así que como está yendo a cambios, ¿por qué no nos sumamos y le damos un revolcón al modelo de Concurso? Ahora, si lo que queremos es alegría, jolgorio y que la mediocridad siga estando ahí... Pues que cada palo aguante su vela...

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