Viernes Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Viernes Santo en la Semana Santa de Cádiz 2024

Deportes

Las verdades de Pepe Carrete

  • El exentrenador del Sanluqueño argumenta que el club no le ha dado la carta de despido y que se personará con un notario el día que la plantilla inicie el trabajo

 Pepe Carrete habló ayer alto y claro. El exentrenador del Sanluqueño ofreció una rueda de prensa en un conocido local de Sanlúcar y dio su particular versión de su salida de la entidad verdiblanca. "Si hoy no soy entrenador del Sanluqueño -dijo- es porque no he tragado con determinadas cosas".

El asturiano, sin pelos en la lengua, fue muy directo. Admitió que sufrió sus primeros encontronazos con el presidente la pasada temporada, denunció que se interfirió en asuntos deportivos de su exclusiva competencia y que tuvo que pasar de cinco a tres entrenamientos semanales porque la plantilla estuvo tres meses sin cobrar.

El técnico, que se emocionó en algún que otro momento, desgranó los desencuentros que ha tenido con el presidente en su año y medio en el banquillo verdiblanco. "En lo único que le voy a dar la razón es que era una discusión tras otra". De este modo, explica que la pasada temporada "antes del partido contra el Coria nos jugábamos poder entrar en la quinta posición y acercarnos a los puestos de fase de ascenso. Dije que tenía que venir a jugar un juvenil, Pedro, y se me negó argumentándome que el juvenil también se jugaba mucho -la permanencia-. Yo entendía que primaba primer equipo". "Antes de empezar esta temporada -prosigue- me dicen que Adri se marcha a Puerto Real y digo que vale pero que hay que cubrir la posición. Se me niega". "En la comida de Navidad tenemos otra discusión grande. Llevábamos un mes sin pisar El Palmar y solicito permiso porque necesitábamos trabajar unas estrategias. Se me niega. Y me rebelo". En este punto, concreta: "Quiero pedir perdón a los directivos porque me pasé tres pueblos en el discurso de Navidad. Ellos no tenían la culpa y me excedí. Pido disculpas públicamente y espero que sepan perdonarme". "Al día siguiente -continúa- me dice el presidente que podemos pisar el césped y entonces le digo que si doce horas antes no se podía ahora era yo el que no quería. Otra discusión".

El mercado invernal de traspasos abre una nueva espita de agua en las relaciones: "Pido un fichaje en una posición determinada y se me dice que no porque no hay presupuesto. Lo entiendo. Cual es mi sorpresa cuando una semana más tarde el presidente me anuncia que ha firmado a un jugador, sin consultarme. Le digo que esa posición ya está cubierta y además hay que dar una baja. El presidente me impone que sea Chico Benítez y por única vez el secretario técnico y yo estamos de acuerdo en que ese jugador nos hace falta. Lo que pasa es que él se calla y yo me rebelo".

Lo que pocos sabían es que, según dijo ayer Carrete, el club estuvo tres meses sin pagar a sus jugadores: "Por el bien de todos, lo silenciamos. Los jugadores me dicen que así no se puede entrenar cinco días porque algunos ya no tenían ni para gasolina. Yo les digo que si hace falta les adelanto el dinero y al final pasamos a entrenar tres días a la semana. Le pedí al presidente que bajase al vestuario para explicar la situación y me dijo que me tenía que poner del lado del club y yo le contesto que me pongo del lado de la razón, y la razón la tenían los jugadores".

El asturiano también entró en otros detalles, como los viajes. "Para ir a Ayamonte, comimos en una gasolinera, unos de pie y otros sentados, unos macarrones que nos preparó un directivo. Al Prat se viajó en dos aviones, ocho jugadores y yo en uno y el resto de la plantilla en otro. La vuelta se hizo en tres aviones. Además, pido que la plantilla viaje al completo y se me niega, me dicen que 16. Al final viajan 18. Lo mismo pasó con la concentración en Jerez. Para el viaje a Almendralejo le dije a Manolo que uno de los 15 autobuses fuera para los jugadores que no estaban convocados y sus familiares. Me dice que no, que el club sólo pone un autobús y es para protocolo y políticos. Al final, se logra que viajen jugadores y novias".

Carrete advirtió de que "es la última vez que hablo, cierro la página y no contestaré a nada. Me voy con la cabeza muy alta, siempre he ido de frente pero no soporto ni a lameculos ni a pelotas. Tengo clarísimo que si hubiera entrado por el aro hoy seguiría siendo entrenador del Sanluqueño pero prefiero morir de pie a vivir de rodillas. De lo contrario, no sería Pepe Carrete". Además, señaló que "con el 80 por ciento de esta plantilla y cuatro o cinco retoques estoy seguro de que se hubiera peleado por meter al equipo en la fase de ascenso a Segunda División A".

El contrato del técnico tampoco está claro. Carrete intenta arrojar algo de luz: "He oído que teníamos un acuerdo verbal y que si alguno no estaba contento con el otro a final de temporada se rompía la relación. Entonces, ¿por qué no se puso por escrito? No es verdad. Tengo un año más y si hace falta mostraré el contrato. El club no me ha dado la carta de despido y mi abogado me aconseja que acuda con un notario ya que nadie me ha despedido por escrito y me impiden acudir a mi lugar de trabajo". Además, añadió que el club "me debe aún el último mes y algunos conceptos más" en referencia a la prima de ascenso.

Por último, se despidió de la afición: "Le quiero agradecer a la Marea Verde y al resto de la afición en general el trato que han tenido conmigo, nunca lo olvidaré. Ellos son el Sanluqueño, ni Manolo Fernández ni Pepe Carrete. Me voy con pena y dolor. Cuando llegué había 300 espectadores en El Palmar y me voy con 6.000".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios