Dominar un partido, el ser dueño del mismo, puede estar reñido con la derrota. De nada te sirve tener la pelota la mayor parte del encuentro si no tienes profundidad en tus acciones y no generas ocasiones de gol. Pues el San Fernando tuvo más posesión que el Recreativo de Huelva el sábado 4 de noviembre, pero le faltó la pegada, generar peligro, el remate a puerta y poner en apuros, al menos, a Rubén Gálvez. Traducido resulta la primera derrota de la era Alfredo Santaelena al frente del San Fernando y rompimiento de una racha que ya contaba con tres victorias consecutivas.

Alfredo Santaelena cambió lo ofrecido ante el Castellón y solucionó el ‘problema’ del lateral derecho con la presencia de David Ramos en el puesto defensivo por lo que dejaba en solitario la dupla Fullana y Dani Molina en la sala de máquinas. Con Pau Martínez, que fue la novedad en el once, escorado a la derecha, Biabiany a la izquierda y Aquino de enganche por detrás de Marcelo, que esta ocasión era el hombre más en punta, se ofrecía el cuadro de La Isla en tierras onubenses ante un Recreativo de Huelva que calcaba la última alineación presentada en competición liguera donde caía ante el Córdoba.

Como era de esperar, el mando del partido lo tomaba prestado el cuadro local que, a sabiendas de la importancia en la victoria y de lo que se jugaba no quería, ni de lejos, especular en el partido. Pero poco, o nada, duró esa situación porque los isleños, tras la primera oportunidad de los onubenses, en el minuto tres con un tiro de Domínguez que rozaba la base del poste de Fuoli, se hicieron con el mando del encuentro.Durante prácticamente toda la primera mitad, el peso del partido lo llevaron los de Alfredo Santaelena, no así las ocasiones de gol, estas corrían de parte del lado local. En el 12’ un centro de Domínguez encontró en el segundo palo a De la Rosa pero el extremo recreativista llegó excesivamente forzado.

La clave de la primera mitad estuvo en el minuto 21. Una falta lejana lanzada por José Carlos obligó a un sorprendido Raúl Gálvez y la jugada sirvió para montar una contra para anotar el único tanto de la primera parte. Del Pozo se plantó en la frontal del área y le pegó con su pierna mala, el balón no parecía tener mucho peligro para el cancerbero azulino pero el hecho de rebotar en Fuoli hizo que el cuero hiciese un extraño y, tras golpear en la base del poste entrase para significar el primer tanto encajado por los azulinos desde que Santaelena se hiciese cargo del equipo y a la postre definitivo en el encuentro.

Reaccionaron los isleños, que continuaron mandando, eso sí sin la suficiente profundidad para inquietar al exazulino Rubén Gálvez. Los de La Isla llevaban el mando, pero las ocasiones seguían cayendo del lado local. Un disparo de Alcalde que obligó a Fouli a enviar a córner en el 32’ y otro chut de Del Pozo, en el 42’ fue el bagaje que dejó una primera parte donde dominar no era suficiente sin profundidad.

En la segunda mitad comenzaron a pasar cosas, principalmente negativas para los azulinos. Farrando tenía que abandonar el terreno de juego apenas tres minutos después de la reanudación aquejado de un problema muscular y eso trastocó los planes iniciales del técnico madrileño. Para colmo la lluvia entró con fuerza en el estadio onubense y eso no daba permiso a los azulinos para generar, con comodidad, ocasiones de gol.

Sin embargo, los sustos continuaban llegando a las inmediaciones de un Fuoli que no ganaba para ellos. En el 50 De la Rosa estrelló el cuero en el travesaño en un impresionante disparo y en la jugada posterior Caye Quintana cruzo en exceso el esférico en una franca ocasión.

Los isleños tuvieron la más clara en el minuto 51’ en un disparo de Luis Ruiz que bien pudo coger puerta pero no lo hizo. Desde ese momento, hasta prácticamente finalizar el encuentro, pasaron pocas cosas, principalmente porque los de Santaelena no encontraron la manera de generar peligro consistente en el marco contrario y por su parte los locales parecían conformarse con el botín adquirido y la precaución fue la nota predominante.

Al final jugó mucho más el corazón que la cabeza, las prisas llegaron y prácticamente, a pesar del dominio, de ser dueños del partido, de los cambios y de las ganas, no se pudo sacar nada positivo de un partido que significó la primera derrota de la era Santaelena y que rompe una racha de tres victorias consecutivas.