La puntería encarnada en la mirada de un joven

Tiro al plato

José Antonio Soto, vencedor de la Copa de Andalucía en foso olímpico, explica cuáles son sus planes para el futuro

El chiclanero José Antonio Soto, con la escopeta con la que compite al hombro.
Teresa G. Villa / Cádiz

12 de julio 2009 - 05:02

Aunque en España el tiro haya cumplido ya el centenario conmemorativo de su creación como actividad deportiva organizada, es un deporte que sigue con un espíritu de avance y superación que lleva a buscar nuevos caminos de mejora. De entre sus modalidades, el tiro al plato es una disciplina de rapidez y exige cualidades de resistencia y equilibrio físico-psíquico que no están únicamente en los adultos. Y como muestra un botón: José Antonio Soto.

Este chiclanero de tan sólo 17 años consiguió el título en la Copa de Andalucía de la categoría junior 3ª, celebrado en Jarapalos (Málaga) el pasado mes de febrero, en la que ya quedara subcampeón en 2008. "El año anterior fue diferente porque todo aquello era desconocido para mí; aun así la experiencia fue buena y el puesto conseguido, satisfactorio. En esta edición iba mejor preparado y tuve la suerte de que la última tirada salió bien", cuenta José Antonio sobre el título logrado.

La afición por este deporte le viene casi desde la cuna. "Cuando era pequeño acompañaba a mi abuelo cuando se iba de caza y de vez en cuando me llevaba a los campos de tiro", dice José Antonio. Aunque es el único en su familia que practica el tiro al plato siempre se ha visto apoyado, sobre todo por su padre, que siempre que puede le acompaña a las competiciones.

Dentro de las modalidades de tiro al plato, en la que compite el joven de Chiclana es en foso olímpico, donde también ha ganado varios campeonatos provinciales consecutivos. Para conseguir tal cantidad de trofeos, José Antonio tiene una rutina especial de entrenamiento. "Por desgracia el tiro al plato es un deporte caro y, al ser todavía minoritario, existen pocas asociaciones y ningún tipo de ayuda", destaca. Normalmente entrena por libre y suele ir un par de veces al mes a El Marquesado (situado entre Chiclana y Puerto Real) aunque, según cuenta José Antonio, "de vez en cuando nos llama el seleccionador nacional para estar unos días en Granada. Allí tiramos algunas series y él nos comenta los errores, aconsejándonos en qué podemos mejorar". A medida que se acercan los torneos, la frecuencia e intensidad de las sesiones se incrementa para llegar en plena forma a cada competición.

El joven tirador debe compaginar este deporte con los estudios. Ahora ha terminado 1º de Bachillerato y aprovechará el verano para practicar con su arma. Los retos futuros de José Antonio se centran en "intentar disputar todas las pruebas puntuables del Campeonato de Andalucía, aparte de la Copa en sí, ya que este año no me ha sido posible". Su sueño sería competir en unos Juegos Olímpicos, pero afirma que es algo complicado. "En la selección el listón está muy alto porque hay tiradores muy buenos, pero creo que si aumentara las sesiones de entrenamiento hasta 3 ó 4 por semana y 25 platos en cada una podría alcanzar ese nivel".

Aunque compite siempre en foso olímpico, José Antonio confiesa que entrena en foso universal "porque es lo que tengo más cerca para entrenar". A la hora de competir, el tirador cuenta que eligió esta modalidad frente a la de entrenamiento ya que destaca más en olímpico y a los campeonatos de universal no le ha sido posible asistir. "Aunque sean disciplinas distintas a nivel de campeonato, entrenar en un foso y competir en otro es algo complementario y te ayuda a perfeccionar la técnica de ambos, por eso creo que es una ventaja más que un inconveniente" , dice José Antonio.

Aunque se trata de un deporte, siempre nace la controversia cuando se habla de armas y menores de edad. A este respecto, el joven tirador despeja las dudas: "Es un tema delicado y complicado en el que existen diferentes posturas. En el tiro al plato, el arma se concibe como un mero instrumento, igual que lo es la raqueta al tenis o el balón al fútbol. Lo que se valora es la capacidad de reacción y los reflejos". Esto se plasma dentro de las canchas, en las que los jueces descalificarían al tirador si vieran algo sospechoso. Esto es algo que rara vez ocurre puesto que "el ambiente en los campeonatos es sólo competitivo, nunca violento, y todos los que estamos allí tenemos unos principios básicos entre los que no tiene cabida la violencia", comenta José Antonio.

Sobre la situación actual del tiro al plato, el joven considera que "todavía es un deporte aislado respecto a otros, al menos en Andalucía, por lo que se invierte menos dinero y es más caro para los aficionados. En otras zonas de España sí está más desarrollado".

Los jóvenes como José Antonio son los más afortunados en este sentido porque la mayoría de las subvenciones están dirigidas a las actuales promesas, entre las que se encuentra este gaditano.

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