A 48 horas de su estreno en el Ramón de Carranza como entrenador del Cádiz, en esta nueva etapa, Ramón Blanco atendió a la prensa enviando el único mensaje posible estando el equipo contra las cuerdas. El preparador admite que por encima de alineaciones, estilos de juego y conceptos, se encuentra la urgencia de sumar tres puntos ante un conjunto, el Melilla, que ahora misma es rival directo del cuadro amarillo para no caer a la zona de descenso.

"Ahora mismo lo primero es ganar. Se ha hecho muy buen trabajo durante la semana para llegar a buen nivel al partido. Debemos cambiar la dinámica y el equipo necesita el premio de la victoria", dijo en primer lugar Blanco.

Una de las cuestiones que mayor preocupación aporta al entrenador es el estado físico de Indiano y Belencoso. "No están a su mejor nivel. No sé cuánto podrá aguantar Belencoso, mientras que a Indiano le veo bien", por lo que es probable que pueda utilizarlo en el doble pivote. "Hacer más cambios va a depender de saber con quién puedo contar, aunque mañana (por hoy) tomaremos una decisión", apostilló.

Blanco analizó al Melilla desde el prisma de verlo como un conjunto con males similares a los de su equipo. "Ahora mismo al Melilla le pasa algo parecido a nosotros en cuanto a la ansiedad. Será un partido difícil para los dos y espero que a ellos les pese el partido de Copa". En este sentido, agregó que "en el Melilla hay cuatro o cinco jugadores que jugaron contra el Levante y que ahora no van a jugar, pero a pesar de todo nos lo van a poner muy complicado".

Haciendo las veces de psicólogo, el técnico gallego explicó uno de los mensajes que le ha hecho llegar a sus hombres: "Hablé con ellos y les dije que los encuentros duran noventa minutos y que se debe ir a ganar minuto a minuto. Creo que se sale acelerado y eso no puede ser. El equipo tiene cosas que ahora no salen; tiene gol, pero hace mucho que no marcamos". Y ese papel lo trasladó a la masa social pidiendo un poco de calma. "La grada tendrá que tener paciencia porque los jugadores están trabajando bien y se van a entregar a muerte. Acabamos de cambiar y eso debe entenderlo la gente".

Fue inevitable que saliera a relucir su estreno en el campo de San Pablo, cita de la que Ramón Blanco sacaba todavía ayer algunas conclusiones. "Nos faltaron los desmarques de los atacantes; llegamos bien pero los desmarques fueron malos. Nosotros hemos trabajado la anticipación al primer palo y entrar en velocidad, y en Écija nos falló todo eso. De todas formas -continuó-, a mí el equipo no me desagradó, si bien la diferencia es que ellos acertaron con la portería y nosotros, no".

Del mismo modo, se refirió a la estrategia y a la importancia que debe tener en el nuevo Cádiz. "Es fundamental y puede ganar partidos. La estrategia la hace bien el que la lanza y quizá el otro día nos falló eso. Esta semana la hemos corregido y esperemos que dé resultado".

Para acabar, el técnico cadista admitió que el estado anímico de su vestuario no es el idóneo en estos momentos. "Están tocados anímicamente, pero mi obligación es quitarles esa presión. No obstante, hoy (por ayer) les he visto más tranquilos y relajados. Espero que hagan las cosas bien y ganemos el partido porque esos tres puntos nos vendrían de maravilla", concluyó el preparador de la escuadra gaditana.