los barrios: Bubu, Paquito, Bibi, Dani Guerrero, Gallardo (Espínola, 81'), Juanjo, Darío (Antonio Jesús, 45'), Antonio Muñoz, Álvaro Navarro, Dani Pato y Adri Cabello (Julio Cabello, 62'). marinaleda: Carpin, Eloy, Julio, Migue, Moyano, Isco, Moyita (Alberto, 74'), José Manuel (Dani, 85'), Ávalo, Cisco y Javi López (Miki, 60'). Árbitro: Vegas Torres (malagueño). Amonestó a los locales Dani Guerrero, Antonio Muñoz y Juanjo; y a los visitantes Eloy y Julio. Goles: 0-1 (4') José Manuel. 0-2 (37') Ávalo (37').

Los barreños que no estaban de romería y decidieron acercarse al San Rafael en la mañana de ayer asistieron a un espectáculo ya visto muchas veces en la presente campaña. La Unión volvió a ser ese conjunto que le da por regalar goles y victorias a sus rivales, que se hunde ante la adversidad y que muestra apatía cuando las cosas no le salen. Y de todo esto el favorecido fue el Marinaleda, que necesitaba el triunfo para respirar fuera de los puestos de descenso.

El técnico gualdiverde, Diego Pérez Yiyi, logró despertar a un vestuario en una profunda modorra que le daba igual ocho que ochenta y se había acostumbrado a perder. Pero al algecireño parece habérsele acabado la psicología y la Unión, de más a menos desde su llegada, enlazó ayer su tercera derrota consecutiva; esta última ante un necesitado rival que puso muy poco para llevarse la victoria.

Sólo un gol metería a los barreños en el partido, pero los minutos fueron cayendo por su propio peso y el Marinaleda, el equipo necesitado, mantuvo a raya a su rival y se llevó el duelo ofreciendo más bien poco, sólo aprovechando los dos regalos.