Una lástima que un equipo histórico y de peso como la Real Sociedad sea el único que hoy se juegue el ascenso en el Ramón de Carranza. Nada tendría que ver este partido si el Cádiz también estuviera en la misma guerra que los donostiarras, pero la temporada de uno y otro no se parece en nada. La Real está cumpliendo las expectativas y el Cádiz trata de salvar un mal año evitando pasar el Centenario como equipo de Segunda B.

Lo que no va a cambiar es todo lo que mueve un encuentro de este calibre, en el que la afición cadista está dispuesta a dar el do de pecho y estar, una vez más, por encima de jugadores, técnicos y el propio club. El Ramón de Carranza registrará una gran entrada a pesar de la división de opiniones que ha generado el precio de las localidades. Hay que respetar a los que las compran, así como a los abonados que en agosto se unieron al proyecto sin saber que la temporada iba a ser un interminable castigo. Cada uno lleva su parte de razón, pero a ambos les une la misma pasión: el Cádiz.

La historia de la jornada está bien clara para el conjunto amarillo. Ganar, ganar y ganar, independientemente de que el adversario sea el primero de la clase y de que el baúl de las cuentas admita un empate como resultado válido. En el entorno cadista manda aquello de no dejar para la semana que viene o la siguiente lo que se puede hacer hoy. Y como es posible vencer a la Real Sociedad, pues por ahí se quiere encauzar la permanencia.

El césped del Carranza dará cabida a dos equipos con trayectorias diferentes, pero que en los dos últimos meses están más igualados de lo que parece. El Cádiz está mostrando un nivel muy bueno como local, mientras que la Real no ha ganado lejos de Anoeta en lo que se lleva de segunda vuelta, que ya es bastante. Esa premisa permite pensar que el conjunto vasco exhibe dudas cuando juega lejos de sus incondicionales. Pero este encuentro no es cualquier cita desde el momento en que la Real puede acabar esta jornada como equipo de Primera División. La mezcla mágica sería ganarle al Cádiz y que pierdan dos de los tres siguientes aspirantes al ascenso: Hércules, Betis y Cartagena. Aunque la Real gane, su posible ascenso tendría que esperar hasta mañana.

La actualidad deportiva del Cádiz está marcada por las dos novedades que se han registrado en la convocatoria. A la misma regresan López Silva y Álvaro Silva, que ocupan las plazas que dejan vacantes el sancionado Enrique y Mansilla. Los demás jugadores son los mismos que, en Tarragona, por fin dieron una alegría lejos del Carranza. La lista la forman Dani Miguélez, Casilla, Cristian, De la Cuesta, Dani Fragoso, Raúl López, Jaume Costa, Álvaro Silva, Cifuentes, Fleurquin, Ormazábal, Abraham, Nano, López Silva, Erice, Ogbeche, Toedtli y Diego Tristán.

En cuanto al once, López Silva se perfila como el sustituto de Enrique, mientras que Jaume Costa está llamada a adelantar su posición en la banda izquierda desde la defensa al centro. Abraham, que lucirá una protección especial en la mano izquierda que se dañó en Tarragona, podrá jugar de inicio, por lo que sólo hay que lamentar la ausencia de Enrique. El extremeño se cae cuando más le necesita el equipo.

La penúltima cita de la temporada en Carranza podría abrirle al Cádiz las puertas de la gloria, aunque también, en caso de derrota y que no ayuden los marcadores de algunos rivales, desembocaría en un desplazamiento con cierto sabor agónico a Huesca. Hoy tocar hacer los deberes.