Más de siete horas de espectacular aventura

El portugués Lino Barruncho y la vasca Inma Pereiro se convirtieron ayer en los vencedores de la segunda edición del Desafío Doñana, un triatlón de larga distancia -casi 200 kilómetros- que discurrió por las provincias de Cádiz y Huelva, con el Parque Nacional de Doñana como epicentro, y que, como se preveía, se confirmó como una espectacular aventura de más de siete horas de duración.

Barruncho fue capaz de recuperar en el tramo final a pie, en las complicadas arenas de la playa de Doñana, la desventaja de casi 12 minutos que tenía respecto a Alejandro Santamaría, segundo en meta, y Patxi Vila, tercero, tras aprovechar una escapada de seis corredores en el primer segmento, el de ciclismo.

El triatleta luso cruzó el Guadalquivir después de la transición en Sanlúcar en cuarta posición, pero metió la directa para alcanzar a los españoles, situarse líder y conservar su posición durante los últimos 12 kilómetros hasta la meta situada en Matalascañas. Barruncho paró el crono en 6h.59:12, por 7h.06:53 de Santamaría y 7h.08:42 de Vila.

Entre las mujeres, Inma Pereiro dominó la prueba de principio a fin, incluyendo las dos metas volantes del segmento ciclista, y, con un tiemo de 7h.46:13, cruzó la línea de meta por delante de Martina Dogana (7h.56:22), que no pudo reeditar su éxito de 2009, y María Pujol (8h.05:50).

Por equipos se impuso el formado por Oliver, Moreno y Lorenzo, seguido de Polvillo-Menayo-Álvarez y Robles-Gómez-Morón.