Llega el día. Toda una larga temporada de trabajo se reduce a lo que el Cádiz sea capaz de hacer a partir de hoy en la siempre complicada batalla por el ascenso, reservada en exclusiva para los cuatro mejores de cada uno de los cuatro grupos de la categoría de bronce. Para ese objetivo fue diseñada, y después retocada en amplitud, una plantilla que no ha demostrado su teórico potencial a lo largo de nueve meses de competición -nunca llegó a ser líder del grupo IV- pero que todavía está a tiempo de enderezar el rumbo y alcanzar la meta de la Segunda División A si saca matrícula de honor en los duros exámenes finales. Ahora que ha llegado hasta aquí, pese a las dudas que arrastra, ha de dejarse la piel de principio a fin. La primera piedra en el camino es un Racing de Ferrol que rozó la perfección en el torneo liguero hasta que se desinfló en las últimas jornadas y acabó subcampeón del grupo I.

Andaluces y gallegos abren fuego a las nueve de la noche en el estadio Ramón de Carranza en una eliminatoria que nace sin un claro favorito. El Cádiz tiene el peso de la historia y es un grande en Segunda B, con el presupuesto más elevado, pero con lagunas futbolísticas a lo largo del ejercicio. El Ferrol presenta como credenciales su magnífica temporada y su pujanza en los últimos para dar el salto a la división de plata -es su tercer play-off consecutivo-, pero no parece comparecer en su mejor estado.

Las posiciones que ocuparon en la Liga -cuartos y segundos, respectivamente- pasan al olvido y los dos parten de cero. Le toca al Cádiz empezar como local -así será en todas las rondas si sigue adelante- con el reto de obtener una renta lo más alta posible antes de afrontar la vuelta en territorio ferrolano el próximo fin de semana. Álvaro Cervera dispone de todos sus hombres y puede elegir para poner en liza el mejor once posible que presentará alguna novedad, como él mismo reconoció ayer. De hecho, la incógnita radica en quién ocupará el lateral izquierdo. El preparador del conjunto coruñés, el ex cadista Miguel Ángel Tena, no podrá alinear al goleador Juanlu, sancionado por acumulación de amonestaciones. Un inconveniente para los visitantes y una ventaja para los anfitriones, que se libran en la ida de un auténtico artillero que está en plena forma. El delantero, autor de 20 goles en la Liga, marcó una docena fuera de casa -la mitad de los que hizo su equipo-. Tampoco se visten de corto Jon Ander Garrido y Kike Márquez, cedidos por el Cádiz al club norteño en el mercado de invierno pero no pueden enfrentarse a su equipo de origen salvo desembolso de 100.000 por cada jugador por parte de la entidad que ahora cuenta con sus servicios. Como es lógico, el Ferrol no ha pagado ese dinero.

Los dos equipos se afanan en remontar el vuelo en un duelo marcado por las trayectorias negativas en la recta final del torneo de la regularidad. Los amarillos ganaron el pasado domingo en Jaén y rompieron una mala racha de siete partidos sin conocer la victoria. Los verderones sólo ganaron uno de sus últimos siete encuentros y el más reciente lo perdieron ante un Atlético Astorga que descendió a Tercera División.

La escuadra gaditana juega tres eliminatorias en una. La primera, contra un adversario difícil que si ha llegado hasta aquí es porque atesora argumentos más que sobrados. La segunda, contra sí misma en una permanente búsqueda de su versión más positiva que le haga aumentar sus posibilidades de éxito. La tercera, contra los demoledores datos de la historia, que no son nada favorables a un Cádiz obligado a romper más de una barrera. Una, que nunca ha subido ningún cuarto clasificado desde que se implantó el actual sistema de play-off -vigente desde el ejercicio 2008/09-. Dos, que el equipo amarillo nunca ha salido triunfador de una primera ronda con el susodicho modelo salvo en el éxito cruce ante el Real Unión de Irún que le llevó a Segunda A. Como cuarto en la tabla nunca pasó el primer corte. Cayó ante el Mirandés en el curso 2010/11 y repitió varapalo frente a L'Hospitalet en el 2013/14. En ambos casos, no le fue mal en los duelos de ida en casa -victoria por 2-0 ante los burgaleses y empate sin goles ante los barceloneses- y se derrumbó en la vuelta -4-1 en Miranda de Ebro y 2-1 en el municipio catalán-.

Cádiz y Ferrol encaran como una final cada minuto de los 180 que están por dirimir en los que cualquier mínimo detalle puede inclinar la balanza hacia un lado. La premisa de los locales es no recibir un gol como punto de partida y buscar la meta contraria. Todo lo que sea marcar y no recibir sería un buen resultado.

Los dos entrenadores esconden sus cartas antes del partido, aunque a estas alturas caben pocas sorpresas entre dos rivales que se han radiografiado al detalle el uno al otro y conocen las fortalezas y debilidades del contrario. La alineación del Cádiz variará al menos en el costado izquierdo de la zaga ante la ausencia de Andrés Sánchez. El guardián de la portería será el experimentado Alberto Cifuentes, escoltado por Juanjo y Migue o Xavi Carmona en los laterales, mientras que Servando y Aridane serían los inquilinos del eje de la defensa. En el centro del campo emerge la duda de si el técnico apuesta por un trivote o se decanta por dos jugadores. En el primer caso, el trío lo formarían Nana, David Sánchez y Abel Gómez, con este último algo más adelantado a la hora de atacar. En el segundo supuesto, sería el propio Abel Gómez el que se quedaría fuera. Salvi y Álvaro García, con su velocidad, actuarían como estiletes por las bandas y ayudarían a los laterales en tareas defensivas. Dani Güiza, recuperado de sus molestias musculares, sería el hombre más adelantado. Para estos partidos fue contratado el jerezano, comprometido con la causa del ascenso. En el caso de que no haya trivote, para el puesto de mediapunta hay varios candidatos: Lolo Plá, Carlos Calvo, Fran Machado... El entrenador tiene margen de elección.