España - Malta en Cádiz | La crónica

El descosido se queda esta vez en un siete

  • La selección apabulla a los malteses en su primer partido oficial en Carranza

  • La victoria asegura el liderato y acudir a la Eurocopa 2020 como cabeza de serie

Ramos felicita a Cazorla tras el 2-0.

Ramos felicita a Cazorla tras el 2-0. / Julio González

La selección española goleó a Malta en su primer partido oficial en Cádiz, asegurando el liderato del grupo en la fase de clasificación de la Eurocopa 2020 y con ello entrar en el sorteo de la fase final como cabeza de serie. Como era de esperar, el Ramón de Carranza vivió una auténtica fiesta, más de goles que de juego, aunque en esta ocasión no se llegara a la docena del 21 de diciembre de 1983 en Sevilla.

La simple disposición táctica de los equipos hacía presagiar lo que sucedería posteriormente. Desde el pitido inicial, España se adueñó del balón, tocando y tocando pero también buscando la profundidad con pases largos o con combinaciones por los costados, como la de Sarabia y Bernal por la izquierda que propició los primeros aplausos de la grada. El primer remate con intención lo protagonizó el gran protagonista del día, el capitán Sergio Ramos, cuyo cabezazo en el minuto 4 se marchó desviado.

Pese a las buenas intenciones, lo cierto es que el duelo entró en fase aburrida porque el combinado nacional seguía mandando pero no encontraba la forma de penetrar en la tela de araña confeccionada por Raymond Farrugia. Los malteses se defendían con orden y disciplina y la única oportunidad en la que tuvo que intervenir Bonello en el cuarto de hora inicial fue en otro testarazo, esta vez de Bernat, muy centrado.

Sin embargo, en todo momento daba la sensación de que era cuestión de tiempo que se abriera la lata y, en efecto, así fue en el minuto 22. Córner, prolongación en el área pequeña y barullo que resuelve Morata cerca de la línea de gol. España encarrilaba la victoria.

Con las cosas en su sitio, la selección se creció y buscó con ímpetu el segundo. Otro córner, en el 27’, permitió marcar a Gerard Moreno tras magnífico rechace de Bonello a un no menos extraordinario remate picado de cabeza de Ramos. La acción, no obstante, quedó invalidada por fuera de juego. Sin VAR en esta competición, no hubo revisión.

En plena efervescencia local, Sarabia afrontaba un mano a mano pero se dejó robar la cartera y Malta, que apenas había podido pasar del centro del campo, sufría el contratiempo de la lesión de Corbolan pasada la media hora.

Los tímidos intentos visitantes por salir de su guarida morían en la presión española, si bien estas recuperaciones no se traducían en transiciones rápidas para sorprender. La superioridad de los pupilos de Robert Moreno, abrumadora, se quedaba en la posesión, algún que otro detalle técnico individual y el momentaneo 1-0.

Afortunadamente, antes del descanso se hizo justicia a lo que se estaba viendo sobre el césped con el 2-0, obra de Santi Cazorla en el 38’ al culminar con un toque sutil, que besó el palo izquierdo antes de entrar en el marco, un pase medido de Gerard Moreno, tras una acción coral desde la zona ancha.

La vuelta del vestuario presentó un panorama similar aunque Malta pareció dar un paso al frente, con sus líneas algo más adelantadas y un primer tiro muy lejano de Nwoko que se perdió a la izquierda de Pau López, un espectador más hasta ese instante. Un espejismo.

Cazorla, que replicó casi de inmediato con un lanzamiento desde fuera del área que acabó en saque de esquina, dejó su lugar a Paco Alcácer cuando la selección de nuevo tomaba las riendas de la situación con claridad. El juego volvía a desarrollarse casi por completo en campo de los malteses.

El acoso y derribo del equipo nacional se traducía en constantes llegadas. En el 56, Mbong salva justo debajo del travesaño un latigazo de Sarabia, y en el 58’ a Gerard Moreno se le va por poco su derechazo.

En el minuto 60, Ramos entregó el brazalete de capitán a Albiol al dejar su sitio a Pau Torres, que en el primer balón que tocó hizo el tercero tras prolongar hacia atrás de cabeza Gerard Moreno un saque de esquina.

La goleada tomaba forma y a renglón seguido Sarabia establecía el 4-0 con un inapelable disparo desde dentro del área. El vendaval de La Roja, ahora sí, empezaba a surtir efecto.

El suma y sigue español prosiguió en el 68’ con una internada del recién incorporado Dani Olmo, que superó a Bonello en la salida para materializar el quinto. La debilidad de Malta empezaba a pasarle factura.

En el 71’, Gerard Moreno recogía el fruto de su buen partido al firmar el sexto a puerta vacía tras envío de Olmo. La sangría empezaba a recordar lo vivido hace 36 años en el Benito Villamarín, en aquel inolvidable 12-1.

Claro que esta vez no había la necesidad de entonces y la recta final se tornó más en un amistoso que en el primer partido oficlal de España en Cádiz, aunque la afición continuó disfrutando de lo lindo. Precisamente por esa ausencia de obligación de llegar a un tanteador en concreto, los internacionales afrontaron la recta final sin ansiedad pero con ambición. Por eso llegó el séptimo, de Jesús Navas, para poner un brillante colofón a una cita histórica para el deporte de la capital gaditana.

 

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