El desacuerdo en el pago frena la venta del club a Camúñez
Antonio Muñoz reconoce que negoció con el empresario para desprenderse de sus acciones por 3,5 millones, pero asegura que el comprador "no quería abonar una cantidad inicial"
Los empresarios se caracterizan por su discreción a la hora de negociar. Hasta ahora no había salido nada a luz más allá de rumores que apuntaban a un supuesto interés, pero ahora ya es oficial. Antonio Muñoz y el empresario sevillano José Antonio Camúñez han estado negociando en los últimos meses. El primero, con la idea de vender sus acciones del Cádiz, el segundo, con la presunta intención de comprarlas.
Muñoz reconocía ayer a este periódico que las conversaciones se desarrollaron por buen cauce y llegaron hasta el punto de que los abogados de ambas partes se cruzaron borradores de contrato. Sólo falta una firma que hasta la fecha no se ha producido. ¿Por qué? Según el máximo accionista del club (ahora apartado del día a día tras abandonar la presidencia y el Consejo de Administración después del doloroso descenso a Segunda División B), hubo acuerdo en el precio de la operación, fijado en 3,5 millones de euros. "El valor nominal de las acciones y algo más", apuntaba ayer el ex presidente. El problema surgió en la forma de pago por parte del comprador.
Los contactos comenzaron, según Muñoz, el pasado verano, justo después de acogerse el Cádiz a la Ley Concursal. "Nos reunimos, hubo acuerdo en la cantidad y aceptábamos el pago de forma aplazada, con una cantidad inicial en el momento de la firma -en torno al millón de euros-, otro en la rúbrica de las escrituras y el resto a plazos".
El obstáculo para cerrar formalmente la operación de compraventa surgió, según Muñoz, cuando Camúñez "dijo que sólo pagaba en varios años cuando el Cádiz lograra el ascenso. Y claro, nadie puede vender un bien si al menos recibir una cantidad al principio. No se puede vender un bien a cambio de nada. No podíamos aceptar que no pagara una entrada, sobre todo después de la experiencia con Arturo Baldasano". Y es que, a juicio del actual accionista mayoritario, "una cosa es dar facilidades y otra que es no quiera dar nada -en alusión a Camúñez- cuando vamos a firmar el contrato".
La negociación ha quedado en punto muerto y parece que la cosa se ha enfriado, aunque de vez en cuando "su abogado llama al mío para preguntar", añadía Muñoz. "El tema está bastante claro, si quiere comprar las acciones sólo tiene que aportar una cantidad al principio y el resto a plazos, lo que no puede ser es que quiera hacerse con el Cádiz a coste cero".
Para desbloquear la negociación, la solución pasa por que la parte interesada en la compra de las acciones "envíe por escrito la forma de pago y las garantías correspondientes".
Muñoz había negado varias veces que estuviera negociando con Camúñez, y explicaba sus motivos. "No puedo hacer público cada vez que alguien me llame para interesarse, porque llama mucha gente, pero no se puede marear la perdiz".
Camúñez lleva una década coqueteando con la posibilidad de adquirir el paquete mayoritario de acciones del Cádiz. El empresario sevillano también amagó con entrar en el Xerez hace un año, pero se quedó en una mera aproximación.
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