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Segunda División B

El cerrojo del San Fernando

  • Rubén Gálvez sólo ha encajado un gol en los últimos 685 minutos.

Rubén Gálvez atrapa el esférico durante una sesión de entrenamiento.

Rubén Gálvez atrapa el esférico durante una sesión de entrenamiento. / R. Ríos

Llegó a La Isla casi de puntillas y en pocos meses se ha convertido en el portero titular del San Fernando, sorprendiendo a todos por la enorme versatilidad que ofrece partido tras partido. Para sus compañeros, una de las claves principales del enorme arranque liguero que está mostrando el equipo isleño se halla en la confianza que tienen en la portería. Y él responde domingo a domingo con, al menos, tres intervenciones que no hacen más que confirmar que los tres palos del conjunto isleño están más que guardados, sellados a cal y canto.

A Rubén Gálvez no le ha costado mucho adaptarse a La Isla ni a sus nuevos compañeros. De hecho, ya habla con la misma mentalidad que el resto del plantel azulino, que parece tener bien aprendida la lección, que tiene conciencia de que esto es pasajero y que está viviendo momentos buenos pero sabiendo que pueden llegar los malos. Sobre todo, hay una cosa en la que coinciden todos los jugadores que conforman el San Fernando, que el plantel es, prácticamente, una familia.

El cancerbero onubense mira atrás con un dolor ya superado. "El año pasado fue muy duro", afirma sentenciando que "me tocó no tener la confianza del entrenador y fue una temporada de frenazo en seco en mi carrera", aunque admite que "esto puede pasar, y mucho más en la demarcación de porteros. Solamente queda seguir trabajando y luchando con la máxima ilusión".

Pero su llegada a La Isla lo ha cambiado todo. "Tenía muy buenas referencias, tanto de la ciudad como del equipo, y eso me llevó a decantarme por mi llegada aquí. Lo cierto es que es de las mejores cosas que me han pasado", afirma con rotundidad.

En cuanto a los números que atesora en estos momentos, que dicho sea de paso son impresionantes, quita importancia al hecho de que lleve la friolera de 390 minutos sin encajar un gol o que solamente haya recogido el esférico de dentro de su portería en una ocasión en los últimos 685 minutos de juego, concretamente en Murcia. Es decir, un solo gol en ocho partidos. "Eso se traduce en que el equipo está haciendo las cosas muy bien y la defensa proporciona seguridad, el centro del campo ayuda a cerrar y los atacantes hacen su presión desde arriba. Yo solamente me limito a hacer mi trabajo, pero no cabe duda de que es una labor de todo un equipo y el resultado es de todo el equipo", comenta quitando importancia al hecho de que el San Fernando sea, en la actualidad, el equipo menos goleado del grupo junto al Murcia, con cinco tantos encajados.

El inicio de competición ha sido sorprendente para todos. "Y para nosotros también, pero el secreto está en que todos saben, en el terreno de juego, cuál es la directriz. El equipo es compacto y trabaja una enormidad, y ese trabajo es el origen de lo que está pasando", señala añadiendo que "nosotros vamos a seguir paso a paso, partido a partido y buscaremos los puntos necesarios para cumplir el objetivo, que no se le olvide a nadie que es lograr la permanencia lo antes posible y, sobre todo, disfrutar como lo estamos haciendo".

Rubén quiso acordarse de los que estuvieron a su lado en los momentos complicados, "sobre todo mi familia y mi novia, que saben el calvario que pasé el año anterior. De manera especial suelo celebrar las victorias deportivas con ellos y estar en este momento es culpa también de ellos". Rubén Gálvez es el cerrojo del equipo azulino. Quiere hacer historia con el San Fernando y seguir dejando su puerta a cero. De momento son nada menos que cuatro partidos consecutivos sin encajar un solo gol.

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