El Cádiz se pone serio para jugar hoy en el nuevo campo del Puertollano, escenario por el que pasa la máxima aspiración del equipo amarillo en la presente temporada. Si el conjunto gaditano quiere estar en la lucha por algo más que jugar la fase de ascenso; es decir, pelear por la primera posición, es obligado tumbar al equipo castellano-manchego. Además de los tres puntos, el Cádiz se traería de vuelta una respetable dosis de autoridad que podría hacer temblar los cimientos de sus adversarios más directos. Después de superar los exámenes de Caravaca y Jumilla, al Cádiz se le presenta un rival de mayor nivel, de esa otra Liga que existe entre los siete primeros del grupo IV de Segunda B. Para Jose, es la primera prueba de verdad, lo más parecido a un asalto a la Segunda A y una cita en la que se podrá ver el alcance real del proyecto amarillo.

Las euforias están fuera de lugar y Jose González lo sabe. El entrenador marca con letra oscura y en mayúscula la humildad que debe caracterizar a su equipo y el hecho de acudir a su objetivo semana a semana.

Puertollano es un destino propicio para poner toda la carne en el asador para que dentro de dos semanas existan opciones reales de asaltar la segunda posición. Pero como se trata de ir jornada a jornada, hay que hablar de un encuentro comprometido en el que las fuerzas serán equilibradas. El Cádiz ganó hace dos temporadas con un triunfo claro (0-2), pero poco o nada tiene que ver aquel equipo y las circunstancias con las de ahora. El cuadro de la provincia de Ciudad Real lleva una dinámica de resultados que le ha alejado de las cuatro primeras plazas, pero lo cierto es que una victoria sobre el Cádiz le acercaría a su objetivo. De ahí, a la dificultad del choque desde el prisma del conjunto amarillo.

Con las victorias el trabajo se hace mejor, y Jose lo ha podido comprobar en las dos últimas semanas. Todos los conceptos que quiere aplicar a una plantilla que trata de olvidar lo menos positivo de la etapa de Risto Vidakovic han contado con la mejor receptividad por parte de los profesionales, lo que es un mundo por la peculiar forma de trabajar del preparador gaditano. Los futbolistas tienen las orejas bien abiertas y están pendientes a todos los detalles del técnico. Sin ir más lejos, en la semana que se acaba hoy han sido numerosos los ejercicios de movimientos sin balón que se han ejecutado por parejas, buscando Jose la precisión correcta en cada momento. Que el equipo se mueva como una máquina. Es el estilo de un técnico que empezó a triunfar con ese tesón en Carranza hace casi una década.

Las claves del equipo cadista radicarán de nuevo en la solidez y eficacia en labores defensivas. A partir de ahí nacerá el Cádiz del orden, del ataque milimétrico, de los movimientos rápidos en el área contraria y en sus alrededores; el de la estrategia, el del juego solidario, el de la entrega, el sacrificio y la humildad. Como los diez mandamientos, el equipo amarillo debe ser una mezcla del de Caravaca y Jumilla, pero mejorando conceptos técnico-tácticos que le acerquen el santo y seña de su entrenador. Será un paso más para estar preparado y poder soñar con volver a tiempo mejores.