Es difícil saber si el análisis de la estadística de un partido tan inapetente como el España-Irán tiene validez de cara al futuro. Lo que está claro es que Orenga se guardó muchas armas y sus hombres ahorraron toda la energía que pudieron. El combinado nacional acabó el choque con un 50 por ciento de efectividad en tiros de campo (30/60) por el 39 por ciento de los asiáticos en un 23 de 59. Es decir, que se tiró todo lo que pudo y más porque los visitantes no tenían nada que perder y los locales mucho que deslumbrar, y la verdad es que las defensas distaron mucho de ser intensas. Tiradores pero poco anotadores los que vestían de blanco, talentosos pero desganados por el rival los de rojo para una diferencia lógica de 30 puntos (90-60).

KAMRANI, el acaparador

Desde el primer cuarto el escolta Mahdi Kamrani se erigió como el líder ofensivo de los iraníes. Cuando la bola pasa por su mano su único pensamiento es el de mirar al aro. El exterior consiguió llamar la atención en los primeros compases del partido. Evidentemente la gasolina le duró poco, así que tuvo que alternar banquillo y pista durante todo el partido, además de que España tenía ráfagas de equipo serio porque no quiere que nadie se cuele en su fiesta. Kamrani, al que le faltó desanudarse las zapatillas y lanzarlas en suspensión, acabó con un 7/11 en tiros de campo (64 por ciento), 4/5 de dos y 3/6 de tres para, mientras que desde el tiro libre falló uno de los dos intentos. En total 18 puntos para convertirse en el máximo anotador de su equipo y poder contarle a sus descendientes que tuvo su minuto de gloria ante la todopoderosa España.

dos apellidos catalanes

Los dos Gasol, esos hermanos que ayer coparon la mayor parte del juego de ataque español. Son dos, pero a veces es como si fueran solamente uno. Entre los dos convirtieron 48 puntos, 33 de Pau y 15 de Marc. O lo que es lo mismo metieron más de la mitad de la anotación total. Ambos se atrevieron a lanzar más allá de 7,25, aunque no acertaron y lo más positivo es que estuvieron muy finos desde la línea de personal (9/10 Pau y 7/8 Marc). En definitiva, que si ya de por sí son los dos que tiran del carro por dentro de la zona, con las bajas de Felipe Reyes e Ibaka y el poco brío de Claver, todo el peso fue para ellos.

una pachanga

Doce faltas cometió el equipo entrenado por Orenga en todo el partido. El mismo número con el que muchas veces acaba un equipo de ACB en un solo cuarto. Esto viene a explicar la poca exigencia que afrontó ayer España, que simplemente tuvo que ocuparse del ex NBA Haddadi y de Kamrani para que no se subieran a las barbas. Ricky Rubio fue el que hizo más personales (4). El del Masnou es el que más energía puso en el trabajo defensivo como demuestran los cinco robos logrados.

muy 'pintones'

Hubo un tiempo que alrededor de la canasta el suelo estaba pintado. De ahí lo de llamar pintura al interior de la zona. No obstante eso sería hoy un anacronismo, dado que esa parte la dejan del mismo color que el parqué. Allí, en lo que un día fue pintura, España cosechó 40 puntos ya fuera en acción de los pivotes o en contraataque por los 26 de Irán, de los cuales Haddadi tuvo la mayor parte de culpa. Si Ibaka y Felipe Reyes están en forma dentro de poco está claro que España conformará el juego interior más duro del campeonato, con permiso de Brasil, que será el rival de mañana en el primer partido serio.