Se veía venir. Kike Márquez dejó de pertenecer ayer al Cádiz Club de Fútbol. Su ausencia en las convocatorias de los dos partidos del Trofeo Carranza, en la que sí figuraron algunos canteranos, fue la demostración con hechos de que no entraba en los planes de entrenador. Ya en el anterior amistoso contra la Roteña apenas participó en los últimos cinco minutos, una señal que explicaba con meridiana claridad su delicada situación en el plantel. Las puertas de salida estaban abiertas de par en para él aunque no le faltaban ofertas para proseguir su carrera en otro destino. Nada más quedar libre en el equipo amarillo, fichó por el Marbella. La conexión con la Costa del Sol es permanente. Primero fue Andrés Sánchez, hace unos días Ranko Despotovic y ahora el sanluqueño, que cierra la plantilla del cuadro malagueño, entrenado por el ex cadista Mehdi Nafti y con la dirección deportiva de Alessandro Gaucci, que ejerció esas mismas funciones en el equipo amarillo durante la etapa de Sinergy. Pepe Bermúdez, que en su día también trabajó para el Cádiz es el segundo de Nafti en la escuadra marbellí.

El nuevo director deportivo del Cádiz, Juan Carlos Cordero, había anunciado con antelación que Kike Márquez recibió la comunicación de que se buscara equipo pero mientras continuara en la entidad cadista podría seguir trabajando para tratar de convencer al técnico. En realidad lo tenía complicado una vez que había recibido ese aviso. No se ganó la confianza de Álvaro Cervera -el técnico ha llegado a pedir la incorporación de un jugador de banda- y su salida era una cuestión de tiempo. Era la mejor solución para la entidad y el jugador, condenado al ostracismo en caso de haberse quedado. Sólo faltaba que club y futbolista alcanzaran un acuerdo para la rescisión del contrato y en la mañana de ayer ambas partes se entendieron para firmar la rescisión del contrato. El Cádiz hizo oficial la marcha del futbolista y se despidió con las habituales palabras de cortesía: "La entidad agradece la profesionalidad del jugador sanluqueño y le desea mucha suerte en sus próximos proyectos".

El atacante no podrá cumplir su sueño de jugar con el Cádiz en Segunda División A. Ya había salido en el mercado invernal de la pasada temporada en calidad de cedido al Racing de Ferrol, equipo que también luchaba por el ascenso -las dos escuadras se encontraron en el primer cruce del play-off. A su vuelta al Cádiz, con el equipo ya en la categoría de plata, no tenía fácil su continuidad y su relación con el club finaliza con la rotura acordada de la vinculación laboral.

Su calidad, velocidad y buen toque de balón llevaron a Kike Márquez a dar el salto del Atlético Sanluqueño al Cádiz en la campaña 2013/14. Su balance en tres ejercicios fue de 87 partidos jugados y 13 goles en más de 5.000 minutos. En los dos primeros cursos tuvo más protagonismo. De hecho, amplió la duración de su contrato con el club. Parecía destinado a vestir de amarillo y azul durante muchos años pero en su tercera temporada pasó de empezar como titular a ser el primer descarte en enero. Ahora, en Segunda A, con una competencia feroz en la plantilla, el gaditano no tenía sitio y tuvo que cambiar de aires.