Con Cuchillo y Tenedor

Estos son los tres trucos que debes seguir para no llorar mientras cortas cebolla

Evitar cortar por la zona cercana a la raíz se traducirá en una menor irritación de nuestros ojos.

Evitar cortar por la zona cercana a la raíz se traducirá en una menor irritación de nuestros ojos.

La cebolla es un alimento que tiene mucha presencia en la cocina española, tanto cruda como cocinada. A su rico sabor, hay que sumarle los beneficios que nos aporta, pues el alimento es rico en vitamina C, B6 y potasio. Además, también tiene propiedades antioxidantes.

Aunque esta hortaliza presenta un pequeño 'pero', y es que cuando la partimos, nuestros ojos se irritan y, lloramos. Esto se debe, como apunta Lucía Almagro, divulgadora y biotecnóloga, en una publicación que ha compartido en su cuenta de Instagram, @Diariodeunacientifica en la que aglutina a casi 100.000 seguidores, a que, cuando cortamos la cebolla, "se rompen las células, y esto provoca que una enzima convierta algunos aminoácidos en ácidos gaseosos". 

Ese gas "contiene azufre, que mezclado con el agua de nuestros ojos se forma ácido sulfúrico". Por lo tanto, para evitar que estos se dañen, "el cerebro manda la señal para llorar con el fin de diluir al máximo el ácido en los ojos".

Vamos a ver, por lo tanto, algunos trucos con los que evitaremos llorar cuando cortemos una cebolla y poder seguir cocinando nuestra receta sin la molestia que sentimos en nuestros ojos que, en ocasiones, acaba derivando en que derramemos alguna lágrima.

Enfriar el alimento o no cortar cerca de su raíz podría ayudarnos

Una pequeña acción que podría traducirse en que, cuando cortemos la cebolla, no lloremos, es enfriarla. El frío impide que se liberen esos compuestos que hacen que nuestros ojos se irriten, por lo que, si antes de comenzar a trocear el alimento, lo dejamos unos 15 minutos en el congelador, seguramente no derramemos ninguna lágrima cuando nos dispongamos a partirlo.

Cuando lo hagamos, además, es recomendable que no cortemos, en la medida de lo posible, por la zona que se encuentra alrededor de la raíz, pues es donde más cantidad de estos compuestos se encuentran.

Un ventilador o unas gafas de buceo igualmente contribuirán a que no derramemos ninguna lágrima

Gracias a un ventilador podremos hacer que esas sustancias que irritan nuestros ojos y hacen que estos lloren se dispersen, por lo que colocándolo de una manera en la que alejemos a esas partículas de nuestra cara reducirá el riesgo de derramar alguna lágrima cuando tengamos que utilizar al alimento en una receta.

Ponernos unas gafas de buceo cuando nos dispongamos a partir la cebolla también es otra manera de evitar que lloremos mientras troceamos el alimento. Este truco lo ha seguido el cocinero Karlos Arguiñano en su programa Cocina Abierta, que se emite en Antena 3. Aunque, como dijo el chef mientras cortaba la hortaliza, "la lágrima de la cebolla es la única lágrima sin pena".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios