El puente a ninguna parte

Para mí lo más sorprendente cuando se habla del nuevo puente es que nadie pida explicaciones detalladas de porqué va a costar el doble de lo adjudicado. Ni las empresas que perdieron el concurso (Acciona, sin ir más lejos) dice ni pío cuando es obvio que la obra va a costar el doble y se la llevó Dragados por ser la oferta más barata. Ni los políticos, ni los medios de comunicación. No hay un Manos Limpias de Cádiz que interponga una denuncia ni un Marc Brugnard que reclame la información en cualquier lado. El caso es que el puente va a costar más de 500 millones de euros, lo que es una cifra desorbitada. A la gente parece no importarle lo que se hace con el dinero público, como si creciera en los árboles. Luego no habrá dinero para Tres Caminos, para el tren de La Cabezuela o para el desdoble de la carretera entre Vejer y Algeciras y nos extrañará. Es preciso recordar que ese puente no conduce coches a través de una autovía como el de Millau o presta servicio en aglomeraciones urbanas de millones de habitantes como el 25 de Abril, el Attartuk , el Golden Gate o el de Broadway. Es un puente que saca y mete coches a una pequeña población. Será el tercer acceso a una ciudad de 120 mil habitantes. Madrid, con tres millones de habitantes tiene once accesos. Baste echar un vistazo a la rotonda que se construye frente a El Corte Inglés para comprender la desmesura de la obra con respecto a la ciudad. Es un artefacto inmenso para una ciudad pequeña. No dudo que sea bonito y que desde el punto de vista de los ingenieros sea una obra interesante de ejecución. En términos de eficiencia es una locura y su impacto urbano en Cádiz y la Bahía es desproporcionado. Pero reitero: ¿nadie pregunta por los 250 millones de euros de más?El portal de la transparencia del Gobierno no responde. ¿Dónde están las certificaciones de obras y los informes de los ingenieros de Fomento que los avalen? ¿porqué PSOE e IU están tan callados en este asunto? Que el puente sea bonito no quiere decir que se le puedan regalar a Dragados una riada de millones de euros de dinero público sin que nadie rechiste.