El documental de Magandé

MACANDÉ, EL DUENDE Y LA LOCURA UN DOCUMENTAL REPASA LA AZAROSA VIDA DEL CANTAOR GADITANO Su vida siempre se movió entre la tragedia y la locura, entre los límites que impone la desgracia. Pero, en medio de esas desdichas, estaba su voz, su duende. Gabriel Díaz Fernández, Macandé, vendía caramelos a voz en grito. Y así se ganaba el dinero que le llegaba a casa. Y entre pregones cantaba fandangos y soleás, con un dominio que asombraba. Su mente se perdió. Y terminó en un manicomio, adonde acudían algunos grandes como Manolo Caracol para escucharle cantar. Su trayectoria desgarrada va a ser llevada a la pantalla por el periodista y escritor Javier Osuna. "Me apasiona el personaje", confiesa emocionado. Su película será su homenaje. Y también una garantía de que nadie se olvide de él.

Javier Osuna siempre admiró la figura de este singular artista y su mejor tributo era llevar su vida a un documental, que analizará, gracias al testimonio de personas que llegaron a conocerle a él o a su familia, y a la recreación cinematográfica de varias escenas fundamentales de su vida, las claves de una trayectoria de la que apenas se conocerían detalles si Eugenio Cobo no hubiese escrito su biografía. "A él le debemos todo lo que se sabe de Gabriel. Es un libro muy pequeño, muy bien escrito, que resume a la perfección lo que pasó por la vida de este hombre". Gabriel Díaz Fernández nació en 1897 y murió el año de la explosión de Cádiz, en 1947. Pero para Javier Osuna apenas sí vivió plenamente. "Hay que quitarle la infancia, una juventud problemática y los 12 años que vivió en un manicomio". Años borrados que arrancaron en una familia plagada de problemas. "Todo le empezó de chico. De las palizas que recibía, tuvo episodios cainistas, su hermano le intentó matar...", enumera Javier Osuna. Cuando se hizo mayor, se casó con una mujer muda. Y todos sus hijos nacieron también mudos. Eso le terminó de trastornar. La película de Javier Osuna recreará algunas escenas emblemáticas. "Con las recreaciones hay que tener mucho cuidado, pero hay momentos de esa vida que es mejor revivir por la importancia que tienen". Por ejemplo, el nacimiento en medio de una familia muy gitana. O cuando ya en el manicomio grandes artistas como Manolo Caracol le iban a visitar para escucharle cantar. "Lo sacaban al patio y le decían que había venido su primo. Le pedían un fandango y él lo contaba", recuerda Osuna. "Tenía una voz privilegiada, con una tesitura muy aguda". Al cantaor lo encarnará en la pantalla el también cantaor gaditano, David Palomar, quien ya homenajeó a Macandé en su disco Trimilineria, con el tema Suerte de varas, en el que interpretaba un pregón y también un fandango. La película está en fase de producción y rodaje. Y ya tiene varias entrevistas grabadas como la mantenida con el insigne psiquiatra Leonardo Casais, con el que Osuna trata de analizar las claves de la locura del cantaor. Y expertos en duende como los cantaores Flores el Gaditano y Chiquito de Cádiz. También hay una conversación rodada con el recientemente fallecido Pedro Romero, poeta y autor de varias célebres comparsas del carnaval de Cádiz, como Pregones, que homenajeaba a Gabriel Díaz. Mientras llega la posibilidad de continuar la grabación del documental, Javier Osuna sigue empapándose de las huellas del cantaor. Ya tiene en mente prácticamente como arrancará la película. De un fondo negro con letras en blanco, aparecerá la palabra Macandé. Pero la ce terminará cayendo para dar paso a un ge. Magandé. Es una de sus reivindicaciones. Porque aunque para muchos Gabriel Díaz fue Macandé, en realidad, su teoría es que los que le conocieron le llamaban Magandé. Y tras la caída de esa letras empezará el relato de una vida. Una biografía que Osuna resume como la más cruel, dura, desabrochada y auténtica.