Con la Venia

Tourist go home. Por Fernando Santiago

  • TOURIST GO HOME

  • Se da la paradoja de que los mismos que se manifiestan contra el turismo en Mallorca, Canarias, Madrid, Barcelona, Málaga o Sevilla, nada más llegar a casa, de vuelta de la movilización, se ponen a buscar un vuelo barato y un apartamento por AirBnb para largarse unos días, necesito un avalista para irme de turista . Es fácil de entender, todos somos turistas. Hasta los snobs que dicen de sí mismos que son viajeros, no turistas, en realidad hacen lo mismo que los que se cogen un crucero, un viaje organizado, una visita de primera comunión a Eurodisney ,solo que le dedican más tiempo a buscar ofertas por Internet. El fenómeno del turismo se ha democratizado por la mejora de las condiciones de vida de la población junto con la bajada de precio de vuelos y alojamientos, viajar se ha puesto al alcance de cualquiera. Hace 40 años viajaban muy pocas personas, ahora lo raro es no viajar. Esas multitudes que llenan la calle Compañía o que hacen imposible sentarse en una terraza, somos nosotros mismos en otra ciudad. Salimos a la calle, protestamos contra la turistificación, ponemos pancartas en los balcones contra , pedimos restricciones a los apartamentos turísticos con voz engolada “están expulsados a los vecinos de sus casas” , “los alquileres han subido de manera exponencial”, para luego irnos a Ryanair que nos lleve a no sé qué extraña ciudad de algún país para poder fardar en Instagram (Facebook es un reducto de puretas) de los lugares a los que vamos. Una bandera palestina en el balcón y luego a consumir productos fabricados con tecnología israelí o con capital judío, a ver series en plataformas capitalistas pero nos sentimos la mar de bien por haber salido a la calle en no sé qué manifestación. La hipocresía del falso progresismo. Desde luego está bien que se regulen los apartamentos turísticos, incluso los vuelos comerciales para evitar la expulsión de CO2 a la atmósfera . Digo más: es ridículo rechazar la tasa turística, la tienen todas las grandes ciudades del mundo, con ella se financian los servicios que usamos los visitantes , desde la limpieza a la seguridad o el tráfico. No tiene ni pies ni cabeza que los vecinos paguemos impuestos para financiar los servicios públicos y los visitantes usen esos servicios sin pagar nada. Diría incluso que LLORECA demuestra el bajo nivel cosmopolita e intelectual de sus dirigentes, incapaces de comprender algo tan sencillo, que además no tendrá repercusiones en sus negocios, que parece se lo único que les mueve: hacer caja a costa de lo que sea. Todos somos guiris, todos consumimos en los LLORECA del mundo, desde el rincón más cutre del universo a la plaza de Mina. Un poco de sentido común no viene mal, el millón de visitantes que vienen a Cádiz cada años son el negocio de la hostelería.

  • Fernando Santiago