Rafael Román sobre la crisis del PSOE

29 de septiembre 2016 - 17:30

DOS CANDIDATOS Habrá dos candidatos en las primarias del PSOE. Pedro Sánchez y Susana Díaz medirán -así debe ser, lo contrario es un fraude- sus apoyo en campo abierto, con debates públicos, con programas específicos y con plataformas de militantes que apoyen y hagan campaña por cada uno de ellos para que la competición sea abierta, democrática y cumpla todos los requisitos que una confrontación de esta naturaleza exige –como vemos en las películas y en las televisiones sobre campañas electorales en el extranjero. En España el pionero de este tipo de espectáculo político fue el de Joaquín Almunia y Josep Borrell en 1998 que perdió el primero y gano el segundo aunque el primero tenía todo el apoyo de los barones y del aparato del partido. El segundo fue entre Pedro Sánchez, Eduardo Madina y el granadino José Antonio Pérez Tapias, que ganó Pedro Sánchez en 2014. No fueron primarias abiertas a los ciudadanos sino entre los afiliados del PSOE. Ya sabemos que en otros países basta inscribirse en un censo abierto previamente al efecto, acudir a las asambleas abiertas que organiza el partido (caucus) o pagar unos dos euros/libras esterlinas para dispones a derecho a voto (Italia, Francia, Reino Unido…) logrando participaciones de varios millones de ciudadanos. Así ha ganado Hillary, que además ha dispuesto de los apoyos de los cargos del partido demócrata, o así triunfo Renzi en Italia. Hollande en Francia y Corbyn en la Gran Bretaña.

Las palabras de Pedro Sánchez y Susana Díaz ayer abren un debate más que necesario en el socialismo español .Dos candidatos. Dos propuestas Dos papeletas y después un partido coherente. ¿Para qué más conciliábulos secretos? ¿Para qué leer las obras completas de Juan Cornejo descalificando a su secretario general? ¿Para qué más intervenciones del tipo de “mi pasión es Andalucía”? ¿Para qué mas aplazamientos del congreso pensando en España si el Partido Socialista está en trance de perder su identidad y hasta su existencia por las divisiones internas? ¿Para qué más primarias con un solo candidato y las murmuraciones y sospechas consiguientes? ¿Para qué mas hipocresía cordial? Los coros de voces son fantásticos si suenan conjuntados y armoniosos, pero si cada voz canta una canción diferente, mejor disolver el coro, o excluir a los que desentonan, o un nuevo aprendizaje recordando a Bergamín: “La confusión reina pero no gobierna”.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último