Nicolai, que tú no eres de Cai. Por Fernando Santiago

05 de diciembre 2014 - 07:01

La irrupción del Pequeño Nicolás ha desatado el interés público por los jetas sin que nadie haya reparado en que es una antigua una tradición gaditana. No sé si Valentín-Mattan ya se dedicaba a colarse en las fiestas fenicias, si los Balbo iban de gañote a los actos del imperio y se ponían ciegos de garum en el Coliseo, pero sí recuerdo a Jerónimo Almagro cuya fama eran las cuchipandas que organizaba en las Puertas de Tierra(“delante están los patos, luego los que se ponen jipatos y detrás los que pagan el pato”) con la consabida caterva de vicentes verbena y asiduos a las casetas de las fiestas típicas . Carlos Díaz fue un gran malaje con una extraordinaria aversión a los saraos, lo que no impidió que tuviera a un concejal (vicepresidente de la Diputación ) conocido como Don Croqueta, título heredado por unos cuantos concejales del PP cuya principal labor es acompañar a la alcaldesa por la ciudad. En realidad es casi una carrera de relevos dentro de la corporación municipal. Hay muchos concejales del gobierno y de la oposición conocidos por acudir al Falla, al Carranza y a todo tipo de fiestas más que por su gestión hasta el punto de que los hay que hacen la digestión en el pleno . Cádiz tiene unas cuantas especialidades: los colaos del Carranza, los colaos del Falla y los croqueteros sociales. El Nuevo Carranza, como pomposamente se le ha puesto al mastodonte , tiene el palco más grande de Europa para dar cabida a tanto concejal, familiar, colega, asesor, empresario de Loco por el Balón, familia de Quique Pina, afecto al PP o amigo de concejal. Lo del Falla es un clásico entre los clásicos: el que paga por ir al Falla es un pringao que debería ser declarado persona non grata . Lo del Falla ha sido siempre el lugar para la colaera: decenas de acomodadores, vigilantes, falsificadores de carnet, antifaces de oro, plata y bronce, técnicos de sonido a espuertas, camareros, jurados de miles de premios, periodistas de los medios de comunicación más inversímiles(menos los digitales). El ingenio gaditano para entrar en el Falla palidecen las hazañas del Pequeño Nicolás. Y por último están los croqueteros, corquetistas, corquetólogos y demás fauna especialista en acudir a todo tipo de actos sociales con una extraordinaria habilidad para situarse en el lugar donde salen las bandejas, en el Palacio de Congresos, en el Casino ,Casa Pemán o Parador. Con camisa hawaiana y sin ella. Fernando Santiago

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