Cómic

¡El humor no tiene edad!

  • Prepárense, queridos lectores, porque el consumo del contenido de este volumen va a provocar una incontenible sucesión de irrefrenables carcajadas

Detalle de la portada de la publicación.

Detalle de la portada de la publicación.

“Juventud, divino tesoro”. O eso dicen algunos, al menos…

Y es que justo en esa época de nuestras vidas, en la que la incertidumbre y el lógico descontrol nos posee, necesitamos una guía que nos aclare las mil y una cuestiones, temas y situaciones con las que nos vamos a encontrar en este camino plagado de baches que es la existencia.

Ahora que muchos ya peinamos (los más afortunados) canas, volver a releer y disfrutar el contenido de aquella sección semanal (¡Ya han pasado 25 años!) firmada por dos auténticos genios del humor como son Manel Fontdevila y Albert Monteys es realizar un increíble viaje en el tiempo en el que, junto a esta pareja de ases, hacer un repaso a todos aquellos temas que ellos, por lo que fuera, consideraran del interés de la muchachada noventera.

Pero antes de lanzarnos de cabeza a recorrer estas perlas de sabiduría humorística, bien merece la pena detenernos en la portada y contraportada de este volumen, que seguro que nos va a hacer saltar las lágrimas, ya sea de risa o de emoción, al recodarnos aquellas carpetas colegiales en las que, a base de recortes y pegatinas (ay, las pegatinas…) elaborábamos un personalísimo coctel de filias, ya fueran deportivas, televisivas, cinematográficas, musicales y, claro está, sexuales.

La nostalgia bien entendida es esto, poder esbozar una sonrisa ante un buen recuerdo.

Pero claro, seguro que muchos de esos actuales jóvenes no han podido disfrutar del solaz que era, semanalmente, acudir al quiosco o la papelería de turno, y comprar tu ración de la revista que salía los miércoles, y por lo tanto, desconocen a muchos de aquellos humoristas gráficos, generación de oro, entre los que se incluyen los autores del material recopilado en este volumen.

Así que, siguiendo la estructura de las páginas de 'Para ti, que eres joven', Fontdevila y Monteys se presentan a sí mismos, nos responden (más o menos) a alguna que otra duda que puede surgir por el camino sobre la sección y, sobre todo, siguen demostrando que, aunque sus carreras han tomado caminos muy diferentes, al volver a reunirse, surge esa chispa que va a volver a provocar la magia, esa sonrisa que se torna carcajada cuando tanto uno como el otro nos agarren de la mano y nos lleven a su particular rincón, explicándonos que en aquellos ya lejanos años, el humor era más libre, no todo el mundo se ofendía con una facilidad pasmosa y, sobre todo, uno podía reírse de casi todo.

Así que sentaos cómodamente, si ya padecéis presbicia (ay, la edad…) poneos las gafas de leer y regresad a estas perlas de sapiencia, en la que estos dos gurús del despiporre nos van a regalar mil y un consejos para, por ejemplo, afrontar una mudanza, o la relación amor-odio hacia tu móvil, nos presentan un catálogo de imposibles y desopilantes tipos con capas y mallas (¡que Marvel y DC tomen nota!), recuerdan el tan necesario (ahora más que nunca) ahorro monetario, ese amor por el cine de tortas y tiros, las adicciones con las que muchos hemos cargado, o el obsesivo gusto por los gadgets tecnológicos… Etcétera, etcétera.

Y así podía seguir, ya que este tomo de doscientas páginas reúne lo más mejor de aquella sección de principio a fin, pero casi mejor que te sorprendas al pasar las páginas, ya que estoy seguro que tarde o temprano, en algún momento de tu existencia, te has hecho alguna de las preguntas que son contestadas (o tal vez no) en el interior de esta biblia del saber y el buen humor.

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