Momento histórico el vivido este Lunes Santo para la Semana Santa de Chiclana. La Hermandad del Perdón se estrenó en la calle tras varios años de espera. La pandemia y la lluvia habían retrasado la primera salida procesional del Cristo hasta en tres ocasiones, pero este 2023 ha llegado el momento: ‘la procesión de los niños’ se ha hecho mayor.

“¡Una vida esperando esto!”, arengó uno de los capataces durante el descenso del paso por la rampa de la Iglesia San Juan Bautista. Los cofrades chiclaneros disfrutaron, pasadas las cinco y media de la tarde, de una de las salidas más emocionantes de este año.

El crucificado, obra del escultor e imaginero moronense Manuel Martín Nieto, avanzó imponente por la Plaza Mayor. Hubo aplausos, abrazos y alguna que otra lágrima. La Banda de Cornetas y Tambores Rosario y Victoria (Brenes) y unos 80 nazarenos en total acompañaron al Cristo bajo un sol radiante. Esta vez sí, la imagen, a la que habitualmente se le da culto en la ermita de Santa Ana, encaró Padre Añeto para completar su recorrido por el centro.

La cruz de guía de El Perdón, por primera vez en la calle.

Los orígenes de esta nueva cofradía se remontan a principios de siglo, cuando por iniciativa de un grupo de niños de unos nueve años de media y con la colaboración de sus madres y padres, se empezó a dar forma a la idea de crear un grupo católico que tuviera como meta la formación para adentrarse en el mundo de las Hermandades y Cofradías. La consecución de aquello se pudo ver este Lunes Santo, en momentos tan especiales como la revira en Corredera Alta con calle San Martín o la bajada por la calle Fierro. El momento más complicado de su estreno fue la entrada en Carrera Oficial, retrasada por la rotura de una tubería en calle.

Por su parte, Humildad de Humildad y Paciencia regresó a las calles tres años después, tras la suspensión de sus salidas procesionales durante la pandemia y del año pasado, por las lluvias. A las seis y cuarto de la tarde, el Señor de Humildad y Paciencia y la Virgen de las Lágrimas y Esperanza iniciaron su recorrido por las calles de la ciudad. Cientos de fieles profesaron, una vez más, verdadera devoción hacia alguna de las imágenes más conocidas de la Semana Santa chiclanera.

Cristo sentado en una piedra, de la Hermandad de Humildad y Paciencia.

La imagen del Cristo sentado en una piedra fue la primera en salir de la parroquia de San Telmo, acompañada por la Banda de Cornetas y Tambores Coronación de Espinas de Campillo (Málaga). El paso retomó los tradicionales claveles rojos, tras presentar una variedad de flores en su última salida procesional de hace cuatro años.

Más tarde, aparecía la imagen de la Virgen de Las Lágrimas y Esperanza avanzando por la calle Nuestra Señora de los Remedios y acompañada un año más de los sones de la Banda de Música del Perdón de San José de la Rinconada y de penitentes con sus túnicas blancas y capirotes verdes. En total, entre ambas secciones, desfilaron alrededor de 200 hermanos.

La Virgen de las Lágrimas y Esperanza saliendo del templo.

Ambos pasos avanzaron hacia la Carrera Oficial de la calle La Plaza bajo la atenta mirada de cientos de cofrades chiclaneros, que aún tienen una larga semana por delante. Para este Martes Santo se espera con expectación la salida procesional de la Hermandad de Afligidos, que trabaja a contrarreloj para una rápida restauración de la Virgen de los Desconsuelos tras los daños sufridos por el incendio en el besamanos del pasado viernes. Además, los chiclaneros estarán muy atentos a la Estación de Penitencia de la Hermandad del Amor, la primera en salir a la calle desde Fuente Amarga.