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El Obelisco

Reacción a la babucha

EL derecho al pataleo debería estar registrado como uno más en el capítulo de los Derechos y Deberes de la Constitución Española. A ver si se enrollan y lo meten. Aunque no sirva pa ná. Pero se descarga adrenalina, que nunca está de más. Mucha gente no entiende que dicho derecho se ejerza en términos carnavalescos. En parte pueden tener razón, si su posición es lejana respecto a saber cuánto y cómo cuesta hacer una agrupación, llámese como se llame. Puede resultar exagerado que gachones como trinquetes pongan el grito en el cielo por el babuchazo que le acaban de dar, o que cuestionen la ética y la sapiencia de un jurado, incluso se cuestionen su propia participación futura. Es lo que llaman el mal perder. Actitud ésta de la que no nos libramos nadie. Yo incluido. Pero hay que ser comprensivos, aunque sea una mijita. Vale que esto sólo sea Carnaval, pero no se pueden imaginar la presión a la que uno puede llegar a verse sometido, por lo que en un momento de calentón se pueden decir cosas que en el mes de agosto son ridículas. Aparte, prensa, redes sociales y demás, se alimentan de una palabra más alta que la otra, de esos momentos de despiste en los que se blasfema en arameo, de esas salidas de tono puntuales.

 

Pero, por otro lado, ejerzo de buen Libra, y también entiendo que nosotros, los cannavaleros, a veces deberíamos tener la sangre más fría, la mente más abierta y la lengua más domesticada. No somos el ombligo del mundo mundial, y seguramente tu vecina de enfrente, esa que sólo escucha Carnaval en Carnaval, no sepa ni siquiera si el año pasado fue el año que ganaste o que perdiste. Empatía hermano, que es una práctica muy bonita. Miremos alrededor, y situémonos en el mapa, para poder saber lo importante o no que somos. A partir de ahí, relativicemos los triunfos y fracasos. Y tengamos claro que, mientras no hay un sistema mejor (que lo hay), los premios del Carnaval los dan cinco personas escogidas a dedo. En sus manos estamos.

 

Tras esta perorata, lo mismo si el año próximo no paso a la Final, me quemo a lo bonzo, o si gano otra vez, me baño en pelotas en las Puertas de Tierra. Que soy Libra, pero no soy de piedra, joé.

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