Bolonia es conocida por sus impresionantes playas de arena blanca y aguas cristalinas; además de su gigantesca duna de 30 metros de altura que corona este maravilloso enclave. Fue considerada la segunda mejor playa de Europa y ahora es una de las candidatas a convertirse en la mejor de España por la revista Condé Nast Traveler. En este paradisíaco enclave se combina la belleza del entorno con la historia ya que esta playa alberga uno de los tesoros romanos de España como es la antigua ciudad de Baelo Claudia.

Sin embargo, a pesar de todos estos encantos de los que puedes disfrutar en Bolonia, existe una maravilla natural que no todos conocen. Se trata de las piscinas naturales que se ubican al este de esta playa, en una zona rocosa y que son ideales para bañarse en ellas cuando la marea está alta. Gracias a la acción del mar estas piscinas se forman de manera natural y cuando esto sucede se convierte en una zona ideal para disfrutar de un baño relajante y seguro para quienes prefieren aguas más tranquilas y sin olas. Además, suelen ser aguas más cálidas que las del mar abierto por lo que se convierte en la opción preferida de los más pequeños.

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Cómo llegar

Las piscinas naturales se encuentran a unos 4 km de la playa, en dirección contraria a donde está la gigantesca duna de Bolonia. Para llegar hasta allí puedes dejar tu coche en el aparcamiento más próximo de la playa y caminar dirección Tarifa. De igual forma puedes pasar el día en la playa y descubrir en una misma jornada los encantos de este idílico lugar. Por un lado, visitar Baelo Claudia antes de poner la sombrilla en la arena y, por otro lado, recorrer la playa de un extremo a otro para disfrutar de las piscinas naturales y de la duna de Bolonia. Eso sí, aconsejamos llevar calzado, como las chanclas de la playa o escarpines; y también protegerte del sol.

Además, una de las imágenes más comunes es ver a la gente pasear por la orilla con mascarilla de barro natural por todo el cuerpo, ya que en la falda de la duna de Bolonia existe un lugar entre las rocas donde podrás encontrar arcilla natural beneficiosa para tu piel. De igual modo, las piscinas naturales ubicadas en el extremo contrario a la duna de Bolonia también aportan beneficios terapéuticos para el cuerpo, ya que aquí podrás encontrar unos chorros de agua natural y también rocas de pizarra que forman el barro para embadurnarte la piel e hidratarla posteriormente con el baño entre sus aguas.