A medida que viajamos y conocemos nuevos lugares acabas comprobando que lo que conocemos en nuestro día a día no es tan distinto al resto. Existen ciudades, monumentos, playas, personas e incluso momentos que nos trasladan a otros lugares del mundo. ¿Será que por eso dicen que el mundo es un pañuelo? Está claro que las comparaciones son odiosas pero irremediable siempre habrá algo que nos recuerde a lugares o momentos vividos en otro contexto. 

Existe también la creencia que el paraíso se encuentra lejos de casa pero, desde Cadizfornia, hemos podido comprobar que no hace falta marcharse para enamorarse de los rincones tan maravillosos que atesora la provincia de Cádiz. Imagina por un momento que puedas hacer un viaje por el mundo sin salir de la provincia, sería increíble ¿verdad? Pues tirando de imaginación es posible recorrer playas que te harán sentir que estás en California o en el Caribe, pero también en algunos enclaves de la costa del país vecino, Portugal, como el que podrás ver a continuación. 

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En los últimos años se ha puesto de moda contemplar los mágicos atardeceres desde los acantilados del faro de Cabo de San Vicente, situado en Sagres, en el Algarve de Portugal. Miles de visitantes se acercan hasta este rincón especial para llevarse consigo un recuerdo único de uno de los mejores atardeceres de esta zona del país vecino. Sin embargo, en la provincia de Cádiz podrás encontrar también un histórico e impresionante faro desde contemplar también unos atardeceres que nada tienen que envidiar al de Sagres. Tal y como advertimos las comparaciones son odiosas, pero juzguen ustedes mismos al ver estas maravillosas imágenes.

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Sin quitarle mérito ni categoría al de Cabo de San Vicente, en Los Caños de Meca (Barbate) podrás disfrutar de un atardecer espectacular junto al faro de Trafalgar, el cual cuenta con 34 metros de altura. Tal y como se muestran en estas imágenes de Juan Miguel Lluch García, @juanmillg en Instagram, compartidas por @cadizturismo, el faro se alza en un paraje completamente salvaje, rodeado de dunas y acantilados. Además de la belleza de su entorno, el faro se encuentra en un lugar histórico ya que ha sido testigo del maremoto de Lisboa en 1755 y también de la batalla que se libró el 21 de octubre de 1805 entre el bloque español y francés con el inglés, conocida como la Batalla de Trafalgar.