Los caprichos meteorológicos y los designios del calendario convierten febrero en un mes determinante para el futuro del Cádiz en la competición liguera. A poco que le salga bien la ardua tarea que le queda por delante, saldrá del mes más corto del año al frente de la tabla y con la moral por las nubes para afrontar el sprint final de una exigente campaña. El obligado aplazamiento por la lluvia del encuentro contra el Jaén correspondiente a la 21ª jornada, previsto en su fecha original para el pasado 18 de enero, añade un compromiso más en la apretada agenda cadista del segundo mes de 2015. El destino ha querido que la disputa de ese choque pendiente coincida justo en medio de otras dos citas de calado contra rivales de enjundia: Granada B y UCAM Murcia. Tres partidos de alto voltaje que irrumpen como una ocasión de oro para asestar un golpe sobre la mesa con el que dar un giro definitivo al torneo de la regularidad.

Febrero es el mes de Carnaval y este año además es el mes del liderato si no cambia la tendencia de las últimas semanas. El Cádiz, que no disfruta de la alegría del liderato desde la segunda jornada, quiere regresar ya a esa posición y no moverse de ahí antes de encarar la fase de ascenso en su condición de campeón. Depende de sí mismo para allanar el camino hasta los play-off. No es una labor fácil porque para ello tiene que ganar esos tres partidos y encandenar, por tanto, una racha de siete triunfos seguidos.

Y es que el Cádiz se juega buena parte de la Liga en ocho días, los que van de domingo a domingo entre el 8 y el 15 de un febrero. En ese corto periodo de tiempo se medirá el conjunto amarillo, por este orden, a Granada B (8), Jaén (11) y UCAM Murcia (15), tres adversarios directos no ya en la pelea por estar entre los cuatro mejores del grupo IV, sino en la batalla mayor por el codiciado trono todavía propiedad del cuadro murciano. La escuadra gaditana, segunda clasificada con 43 puntos (con un partido menos) visita el próximo domingo a un pujante filial nazarí (a partir de las 12 del mediodía) que, tercero con 38, opta también al puesto de honor. Un envite complicado para los amarillos, como ya quedó de manifiesto en la primera vuelta, cuando se vio sorprendido con un gol en la prolongación de los granadinos que hizo volar dos puntos del estadio Carranza. El empate a uno de la ida es la demostración palpable de que los jóvenes rojiblancos no van a regalar nada, y menos si tienen la motivación de luchar por cotas más altas.

Si el equipo amarillo sale victorioso de la ciudad de la Alhambra y el UCAM no falla en la vieja Condomina ante el Villanovense, le basta con una igualada tres días después en casa en el duelo aplazado contra el Jaén para culminar la escalada y alcanzar por fin el pico más elevado del grupo. El conjunto del santo reino, séptimo con 35 puntos, apura en el Carranza sus opciones de pugnar por la primera plaza y el Cádiz tiene la posibilidad de alejarse de un rival directo de manera casi definitiva,

Muchos veían el duelo contra el UCAM Murcia (domingo 15 en el santuario cadista) como la oportunidad ideal para arrebatar el primer puesto a la revelación del campeonato, pero quizás no sea necesario esperar al primer fin de semana de Carnaval para llegar a la cima. La dinámica positiva del Cádiz se une a los titubeos de un excelente equipo universitario que, con un punto mása día de hoy, tardó 23 jornadas en conocer la derrota (cayó el pasado domingo ante el Córdoba B). El partido puede servir incluso para que los gaditanos empiecen a tomar distancia frente al adversario más directo que se atreve a discutir al Cádiz la hegemonía del grupo.

Tres partidos, nueve puntos, decisivos que pueden marcar el desarrollo de un torneo que llega a uno de sus momentos claves en pleno mes de febrero.