"Se consiguió el objetivo, pero se sufrió muchísimo". Jose González no mostró señales de alegría en la sala de prensa del Carranza pese a la clasificación de su equipo. "Se pasó más por casta y agresividad que por buen juego".

El entrenador del Cádiz entró de lleno en los efectos colaterales del encuentro. "Serrano ha recaído de su lesión y Moke también está fastidiado, son dos jugadores importantes", lamentó el técnico antes de entrar a valorar el partido. "Había gente nueva en el campo, parejas de baile que no habían jugado antes, si hubiéramos marcado antes se habrían encontrado más a gusto".

Jose apuntó del RSD Alcalá que "la única jugada que hicieron fue gol. Ese tanto lo recibimos mal desde el punto de vista anímico y tuvimos dudas". A su juicio, el conjunto cadista "creó situaciones claras de gol en la primera mitad, pero faltaron algunas conexiones, hay muchos que no se conocen al dedillo".

En la segunda parte "sufrimos golpes anímicos constantes. Primero, la lesión de Serrano, después la de Moke y más tarde la expulsión de Baquero. Más cosas no podían ocurrir", se quejó el míster sin ocultar "el sabor amargo de boca que queda".

El Cádiz sacó la eliminatoria adelante "en los últimos diez o quince minutos", añadió el entrenador mientras admitía las carencias mostradas por su equipo. "No había conexión ni fluidez, hubo gente que no estuvo como debería, que no interpretó bien el tema de la posesión". Sin dejar a un lado el tono crítico, llamó la atención sobre el sufrimiento defensivo en las acciones a balón parado del cuadro madrileño. "Ellos hicieron jugadas de peligro en estrategia". Y dijo más: "El equipo estaba muy largo, la gente se quedaba descolgada. Hay muchas cosas que hay que corregir", agregó antes de lanzar una chinita al árbitro: "Cada vez que atacábamos era falta en contra".

Jose resaltó la importancia de que los delanteros hagan gol. "Dioni creyó en esa jugada (la del 2-1), fue un gran tanto; Akinsola es muy rápido, pero entra en peleas absurdas, hay que trabajar este asunto en el aspecto mental". En resumidas cuentas, el Cádiz sigue adelante en la Copa, pero con un regusto amargo. "Los jugadores no están contentos con el partido, no se respiraba alegría en el vestuario por haber superado la eliminatoria", finalizó.