El Cádiz CF se marcha al parón liguero de la peor manera posible. La derrota (0-1) frente el Girona el pasado sábado 7 de octubre supone una decepción en toda regla en un partido del que no es posible extraer demasiadas conclusiones al quedar condicionado por una jugada clave.

Cuando te quedas con un futbolista menos en el minuto 10, la victoria se vuelve una misión imposible y la derrota es el desenlace más probable como así sucedió en el duelo de la novena jornada disputado en el estadio Nuevo Mirandilla.

La imprudencia de Darwin Machís al realizar una durísima entrada a un contrario condenó al Cádiz CF a desenvolverse en inferioridad numérica durante nada menos que 98 minutos (los 80 restantes contemplados en el reglamento, los 10 de alargue de la primera mitad y los 8 de prolongación en la segunda). El desgaste físico fue enorme (con el incómodo aderezo del fuerte calor en un choque se inició a las dos de la tarde) y a la postre no sirvió de nada ante un adversario que supo aprovechar el contexto favorable con el que se encontró.

La historia del encuentro se redujo a un constante asedio del Girona sobre el área cadista y a un equipo amarillo encerrado atrás en su parcela que trató de resistir desde la defensa hasta que recibió un gol con media hora por delante para intentar salvar un punto. Reaccionó y cuando por fin generó ocasiones en los instantes finales le faltó la puntería necesaria para conseguir un empate que hubiese recompensado tanto esfuerzo. Fue la primera vez en su historia que los amarillos perdieron como anfitriones contra el cuadro catalán.

La realidad es que el Cádiz CF sufre un frenazo en seco en la producción. Se atasca, no es capaz de dar un paso al frente y se adentra en una dinámica negativa de resultados mientras se aferra al colchón que adquirió con su buen arranque de temporada para aguantar el tirón.

Los números no engañan y reflejan con meridiana claridad la tendencia decreciente del conjunto gaditano en los últimos tiempos. Los cinco capítulos más recientes resumen una complicada situación que, sin llegar a encender las alarmas, sí puede llevar la etiqueta de preocupante: cero triunfos, dos empates (ante el Betis y el Rayo Vallecano) y tres derrotas frente al Athletic de Bilbao, Atlético de Madrid y Girona. Traducido en puntos, sólo dos de los últimos 15. La primera mala racha del curso es una evidencia.

Los de Sergio González viven de las rentas pero el margen se acabará agotando si no reactivan la cuenta de puntos cuando se reanude la competición a mediados del presente mes de octubre. El Cádiz CF se topa con la realidad, que no es otra que la del sufrimiento en su recorrido hacia la permanencia en Primera División.