Con los futbolistas que han tenido ficha federativa con el primer equipo del Cádiz este curso se podrían elaborar nada menos que tres once iniciales y aún sobraría un jugador para el banquillo de uno de ellos. En efecto, los 34 que en algún momento de la campaña han formado parte del plantel superan de hecho el número de las dos anteriores temporadas en Segunda División, ambas con Álvaro Cervera como entrenador, que tuvo a sus órdenes en esos dos casos a 31.

Sin duda, las circunstancias que se han dado en el presente ejercicio, sobre todo las que atañen a lesiones de larga duración, han propiciado que las necesidades de refuerzos se hayan disparado de manera exponencial, motivando incorporaciones no previstas inicialmente e incluso fuera de las ventanas de mercado, como ha sucedido con la última, la de Fali Giménez.

El central valenciano, que llega en calidad de cedido por el Nástic de Tarragona, se ha convertido en la última pieza del puzzle por causa de fuerza mayor, no en vano la intervención quirúrgica a la que fue sometido hace apenas un mes el serbio Aleksandar Pantic le dejó fuera de combate hasta final de Liga y por ello el técnico se encontró con la inesperada dificultad de afrontar el tramo decisivo de la competición con sólo tres hombres para el eje de la zaga, Ivan Kecojevic, Sergio Sánchez y Marcos Mauro. Para colmo de males, los problemas físicos del argentino en las últimas jornadas habían dejado como únicos fijos al montenegrino y el barcelonés, lo que representaba un riesgo teniendo en cuenta lo que aguarda en el horizonte.

A decir verdad, precisamente la retaguardia asume gran parte de responsabilidad en que el número de efectivos de la plantilla se haya disparado esta campaña, ya que antes que Pantic también cayó lesionado de gravedad el isleño Servando Sánchez, que desde el encuentro de Copa del Rey disputado en Santa Cruz de Tenerife, allá por otoño, permanece en el dique seco y sin fecha prevista siquiera para su regreso. Antes incluso de aquella fractura facial del veterano capitán, Cervera perdió a un prometedor estilete al sufrir el murciano Juan Hernández por culpa de una rotura del ligamentos y de menisco de su rodilla izquierda en los albores del campeonato.

Como quiera que a las obligadas bajas ya referidas hay que sumar los lógicos refuerzos que se produjeron en el mes de enero, la lista de futbolistas ha seguido creciendo y creciendo. Los movimientos comenzaron con la llegada de la Navidad, al abandonar al disciplina cadista el portugués Salvador Agra, de vuelta a Benfica tras una paso por la Tacita de Plata como cedido con más pena que gloria; el francés Karim Azamoum, cedido al Elche después de no encontrar su sitio en un centro del campo con una brutal competencia; el murciano José Ángel Carrillo, que se marchó a Córdoba en busca de los minutos que no disfrutaba; Alberto Perea, al que le sucedía lo mismo y por eso salidó como cedido hacia Almendralejo, y el almeriense Dani Romera, cedido al Rayo Majadahonda también con el objetivo de contar más.

En el lugar de los mencionados aterrizaron en la capital gaditana otros cinco hombres: el venezolano Darwin Machís, delantero estelar a préstamo por el Udinese y que en estos meses ha justificado con creces la firme apuesta de la entidad que preside Manuel Vizcaíno; el catalán y también atacante David Querol, uno de los damnificados por la exclusión del Reus y que pese a no haberse ganado un puesto como titular acaparó protagonismo el pasado domingo al marcar un golazo en Riazor con el que se amarraba un importantísimo punto; el uruguayo Pacha Espino, que pese a apuntar muy buenas maneras en los entrenamientos no mantuvo el mismo nivel al acceder a la titularidad, y los serbios, Jovanovic, con presencia testimonial por ahora, y Pantic, que ni siquiera ha podido debutar por culpa de su lesión.

Con posterioridad, ya con el mercado de invierno cerrado, el franco-italiano Vincenzo Rennella, que había sido cortado por el Extremadura, se incorporó a las filas cadistas para fortalecer también la zona de arriba.

En definitiva, un elevadísimo número de jugadores con el Cádiz de este curso que hasta podría ascender a dos más, 36, si se contabilizara la presencia de dos canteranos que, al contrario que Sergio González, no han llegado a saltar al campo. Porque, efectivamente, tanto el central Saturday como el extremo Peter, habituales en el filial, formaron parte de convocatorias y hasta se sentaron en el banquillo como suplentes, aunque no llegaron a disponer de una oportunidad.