No hay más cera que la que arde. Ya se sabe de manera oficial que el presupuesto del Cádiz para la próxima temporada sufrirá un recorte que se puede denominar como importante. Los 4,3 millones de euros del presente ejercicio estarán lejos de la cantidad que al final se fijará para el siguiente. Era un secreto a voces lo que ayer los administradores concursales pusieron de forma oficial sobre la mesa. Una mesa en la que estuvo el máximo accionista, Antonio Muñoz Vera, y el letrado del concurso de acreedores. Si no hay venta, el plan de gastos elegido buscará por encima de todo la continuidad de la sociedad.

No hay un presupuesto cerrado con cifras reales, aunque todo apunta que esos números verán la luz el próximo viernes, día en el que se producirá la reunión semanal entre el consejo y los administradores. Estos últimos dejaron claro ayer la necesidad de velar por la continuidad, un término que refleja una vez más la cruda realidad de la entidad. De los 4,3 millones de euros de presupuesto del actual ejercicio, la mitad está destinado al primer equipo, por lo es fácil hacerse una idea de las limitaciones que existirán para confeccionar la nueva plantilla para la campaña 2011-2012.

Pero antes habrá que cerrar la 2010-2011, que tiene pagos pendientes con los jugadores, que en algunos casos llevan algún tiempo presentando la correspondiente denuncia ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). El 30 de junio se echa encima como fecha tope y amenazante. Además están frescas las promesas de los dirigentes actuales de tener todo este asunto arreglado antes de ese día. La cuestión que ocupa ahora es conseguir cobrar dentro del plazo previsto el dinero que organismos, entidades y sociedades le deben al club amarillo. De esa forma se cerraría de alguna manera el problema monetario con los futbolistas.

El director deportivo y el entrenador, Roberto Suárez y Jose González, respectivamente, deben esperar todavía unos días antes de empezar a planificar, que es el aspecto más negativo de la situación actual del Cádiz por aquello de no poder avanzar en la renovación y llegada de fichajes. Pero, al menos, pueden respirar tranquilos tras conocer ayer por boca del propio Antonio Muñoz que tienen la confianza de los máximos accionistas, un aspecto que ha estado en entredicho en las últimas fechas. Un desayuno en una cafetería cercana al Carranza dio fe posteriormente de lo que parece una relación fluida.

La de ayer fue, en teoría, la última reunión del primer lunes de cada mes de Enrique Huguet como presidente del club, pues si cumple lo que anunció hace tiempo -el final de su etapa concluye el 30 de junio-, para la próxima (posiblemente el 4 de julio) será otra persona la que presida la cita. Según ha podido saber este medio, Muñoz lleva tiempo tocando a futuribles consejeros.