El Cádiz afronta el 28º capítulo del campeonato nacional de Liga con el objetivo de sumar los tres puntos en la complicada comparecencia en el terreno del Arroyo y si, es posible, regresar a las posiciones de play-off en las que tanto tiempo ha habitado a lo largo de la temporada (para volver a la zona noble debe ganar y que pierda el Guadalajara). El conjunto amarillo se ha mostrado hasta la fecha como un equipo al que se le indigestan los desplazamientos, pero ofrece un argumento de peso como para pensar que en cualquier momento puede capaz de revertir la situación fuera de casa: el gol.

Y es que el Cádiz es el máximo artillero no sólo del grupo IV, sino de toda la Segunda División B, cuando ya se han disputado más de dos tercios de la competición. Los jugadores entrenados por Raúl Agné han perforado la portería contraria hasta en 49 ocasiones en 27 jornadas del torneo liguero. Ningún equipo de la categoría de bronce tiene tanta puntería como el gaditano, que acumula un promedio de 1,8 goles por partido. No es menos cierto que esa media desciende varias décimas cuando los amarillos juegan a domicilio hasta situarse en 1,4 tantos en 13 encuentros (en el estadio Carranza el saldo es de 2,1 en 14 compromisos). De hecho, sólo han anotado una diana en las cuatro visitas que han realizado en la segunda vuelta y además de nada sirvió aquel gol de Juan Villar en Algeciras, de donde salieron derrotados con un penalti en el tiempo de prolongación.

Los números reflejan que el Cádiz tiene pegada de sobra, pero la realidad dice que la efectividad queda minimizada en las visitas.

La cuestión es si mañana, en el campo del Arroyo (a las doce del mediodía), es capaz de sacar a relucir su mejor versión, ver puerta y despejar las dudas como visitante cuando la temporada empieza a entrar ya en su fase decisiva. A estas alturas del curso, la victoria se antoja imprescindible para un equipo amarillo que no puede permitirse el lujo de perder más distancia con la cuarta plaza de la clasificación.

Los gaditanos han cometido demasiado errores más allá de Cortadura. Las cuatro salidas en la segunda vuelta se han saldado con el balance común de la derrota. Cero puntos en cuatro choques no dejan en buen lugar al equipo-. Perdió en Guadalajara (1-0) con un penalti en el tramo final del encuentro, cayó en el Nuevo Mirador (2-1) de la misma manera que territorio alcarreño, sucumbió en El Palo (1-0) en un partido que era de empate sin goles, y recibió una lección en Lorca frente a una La Hoya intratable que pasó por encima de los amarillos (3-0) en la segunda parte. Sólo en el campo del líder sucumbió con claridad. Ese bagaje negativo es el que ha sacado al Cádiz de las plazas de privilegio.

Obligado a remontar el vuelo en tierras extremeñas, los futbolistas dirigidos por Agné están llamados a retomar la senda ganadora frente a un Arroyo en posición de descenso que también se juega la vida. Para ello es necesario que generen oportunidades (ante El Palo y La Hoya Lorca brillaron por su ausencia) y las aprovechen como lo hacen en casa.