Álvaro Negredo vivió un día feliz el domingo 26 de mayo después del trago amargo que le tocó sufrir el pasado mercado de invierno cuando en los últimos días del mes de enero recibió el doloroso aviso de la rescisión de su contrato con el Cádiz CF. Esperaba seguir de amarillo hasta el final del ejercicio 2023-24, pero se vio obligado a cambiar de aires a mitad de curso.

Una vez que tenía la carta de libertad, se unió en febrero al Real Valladolid por lo que restaba de campaña con la misión de ayudar a conseguir el ascenso a Primera División. Desde la distancia, el veterano ariete (38 años) no perdió detalle de la marcha del equipo amarillo, al que había pertenecido las últimas tres temporadas y media. En la primera parte de la andadura 2023-24 apenas disponía de minutos.

Tras conocer el descenso del Cádiz CF a Segunda, Negredo envió un mensaje de ánimo a la hinchada con el deseo de un pronto regreso a la élite del fútbol español.

El ariete acumula once encuentros con el equipo pucelano, con el que lleva un gol. Tres meses y medio después de ser despedido de la entidad cadista, el domingo 26 de mayo disfrutó de la alegría del ascenso del Valladolid, que vuelve a Primera un año después del descenso.

El atacante no participó en el partido contra el Villarreal B que el Valladolid sacó adelante con un ajustado 3-2 y una remontada con dos goles en el tiempo de prolongación. Esa victoria le dio el pasaporte para retornar a Primera. No jugó pero vivió la feliz experiencia del ascenso.

Otro jugador conocido que también asciende a la élite, aunque de manera indirecta, es Darwin Machís. El extremo apura sus últimos días como cadista cedido precisamente por el Valladolid, al que debe volver porque tiene contrato con los blanquivioletas hasta el 30 de junio de 2026. El jugador ha bajado con el Cádiz CF a Segunda después de tener escaso protagonismo pero continúa en Primera con los castellano-leoneses al menos hasta que sus responsables deportivos confeccionen la plantilla del curso venidero.