Cádiz CF

El Cádiz CF culmina una temporada desastrosa con un epílogo merecedor de sanción

Formación inicial del Cádiz ante el Almería.

Formación inicial del Cádiz ante el Almería. / Javier Alonso

Lo mejor que podía pasar era que acabara de una vez una temporada 2023-24 (los partidos oficiales) que ha sido una auténtica tortura para el Cádiz CF, sobre todo para una afición que ha asistido con impotencia al desmoronamiento de un equipo que para colmo, una vez descendido, manchó el escudo sin ningún tipo de pudor al permitir ser humillado por el Almería en el último capítulo.

El vergonzoso 6-1 es el espejo de un curso que por lo que se ve sólo podía terminar con una actuación bochornosa. Ese 6-1, fruto de la dudosa profesionalidad, refleja el poco aprecio que tienen los jugadores por el club que les paga y la absoluta falta de respeto por una hinchada que, aún apesadumbrada por el reciente descenso, tiene que tragarse un amargo epílogo que no hace sino acrecentar su indignación por todo lo que ha sufrido en los últimos nueve meses. Imposible disfrutar.

En condiciones normales, si en el club hay un mínimo de autoridad, los protagonistas de esa enorme falta de respeto deberían recibir una fuerte sanción económica. Darles donde más les duele para que paguen las consecuencias de que lo mal que lo han hecho.

Se va una temporada que irrumpe de lleno en el apartado de los episodios más tristes de la historia de la entidad cadista en Primera División. Una campaña en la que, más allá de un esperanzador comienzo, todo ha sido un categórico desastre.

Después de 23 jornadas seguidas sin vencer, era un milagro que el Cádiz CF pudiese salvarse. Pese a esa dinámica difícil de soportar, tuvo opciones que tiró a la basura. No ganó cuando debió hacerlo. Y es que en realidad no daba para más. El equipo se empeñó en demostrar su incapacidad. A la postre, no tenía calidad para ganarse la continuidad e Primera.

La confección de la plantilla fue deficiente como quedó de manifiesto semana tras semana. Pese a las carencias que veían todos, el club exhibió una preocupante pasividad en el mercado de invierno. El presidente, Manuel Vizcaíno, tras consumarse el descenso, reconoció que se ha equivocado. Resultó extrañó que no reaccionase en invierno como en campañas anteriores.

Mucha tecnología, mucha empresa, mucha inteligencia artificial... pero la realidad es que el Cádiz CF está en Segunda después de cuatro campañas. Es la segunda mejor racha en la historia del club, pero eso no esconde que ha desperdiciado la oportunidad de crear un proyecto deportivo coherente que tradujese en un crecimiento paulatino. No parece que lo haya. La sensación es que el club ha ido funcionando a base de parches, siempre jugando con fuego hasta que se ha quemado. Estaba condenado a bajar al escalón de plata tarde o temprano.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios