Cádiz CF

El Cádiz CF da vergüenza en su adiós a Primera División (6-1)

  • El conjunto amarillo es goleado por el Almería en un bochornoso espectáculo con el que se despide de la máxima categoría

  • Alex: "Esto es una vergüenza"

Puga por el balón entre Fali y Luis suárez.

Puga por el balón entre Fali y Luis suárez. / Efe

El Cádiz CF dijo adiós a cuatro temporadas en la máxima categoría del fútbol español con una vergonzosa derrota (6-1) en el campo de un Almería que no había ganado en su feudo hasta que tuvo enfrente a un conjunto amarillo que no sólo perdió el partido sin que también se dejó la dignidad. Hay maneras de perder. La que eligieron los visitantes fue la más deshonrosa. Ni un ápice de dignidad profesional.

Un duelo andaluz que bien podía haber sido de la primera jornada de la próxima temporada en Segunda División en lugar de la última en Primera. La despedida del Cádiz CF fue bochornosa. Después de una primera mitad medio decente, se borró en la segunda en la que recibió nada menos que media docena de goles. La goleada, un insulto a la institución cadista y una falta de respeto a la afición, fue el punto culminante de una desastrosa temporada. El 6-1 es una humillación en toda regla. La imagen por los suelos y la afición una vez más dolida.

Era un encuentro que no servía para nada más que tratar de cerrar el curso con un algo de dignidad. Al carecer de importancia, Mauricio Pellegrino entregó la titularidad a David Gil y Brian Ocampo. El uruguayo se estrenó de inicio en la última cita y arrancó desde la banda derecha.

Los amarillos partieron con un trivote en la media con Álex Fernández ubicado en tres cuartos en tareas ofensivas. No había nada en juego y la clave iba a radicar en el nivel de intensidad que emplease cada escuadra. Los locales pusieron más interés por aquello jugar en casa (en realidad no había un gran ambiente en las gradas). Al filo del primer cuarto de hora, Luis Suárez remató al lateral de la red, una ocasión que reflejó el mayor empuje de un Almería que buscaba su primer triunfo en su territorio.

El partido fue un bodrio en su media hora inicial. Se la podían haber ahorrado. Si querían demostrar que son conjuntos de Segunda, lo consiguieron con creces. Juego trabado, numerosas faltas, continuas imprecisiones y sin apenas peligro.

El primer intento de los amarillos fue un cabezazo de Robert Navarro en el minuto 27 sin la más mínima opción de gol. En la siguiente acción, el propio Navarro desperdició la primera ocasión clara con un zurdazo dentro del área con el que mandó la pelota fuera junto a un poste cuando no parecía difícil colocarla dentro de la portería.

Mientras los de casa se vinieron abajo, los gaditanos entraron en materia y se animaron a tocar el balón, dieron un paso más y Brian Ocampo apareció justo cuando el reloj marcaba la media para fabricar una diablura que convirtió en el 0-1. Su primer tanto en el último envite. Recibió en la zona de tres cuartos, se escapó de Edgar con habilidad y velocidad, halló un pasillo por el centro y cuando llegó al semicírculo del área, no le acechó nadie soltó un derechazo raso con el que alojó el esférico en la portería pegado a un poste. Un golazo.

El extremo exhibió su mejor versión en un compromiso intrascendente. Le puede venir para aumentar su autoestima de cara al curso venidero sea cual sea al equipo en el que milite.

Tras el el gol se vieron los mejores momentos de un Cádiz CF que dio con la tecla para arribar con facilidad al área, eso sí, con algún descuido defensivo. En el 40, David Gil detuvo un tiro desde la frontal de Jonathan Viera.

Los visitantes tuvieron cerca el 0-2 en la recta final del primer periodo. En el 43, el balón se paseó delante de la portería tras un servicio de Ocampo. En el 44, Rubén Alcaraz disparó fuera. En 45, Fernando atrapó el cuero tras un misil de Robert Navarro.

La decoración cambió tras el intermedio. ¿Sucedió algo en el vestuario? El Cádiz CF salió con escaso interés y se vio arrollado por el orgullo de un Almería que remontó en seis minutos. Vergonzosa falta actitud que pagó caro el cuadro amarillo.

En el 48, Melero, solo en el balcón del área, acertó un tiro colocado que se coló en la portería después de que el balón rozase ligeramente en una bota de Fali y lo tocase también David Gil.

El 1-1 espoleó a los anfitriones, que avisaron dos veces antes de hacer el 2-1. En el 51, David Gil, dejó la pelota muerta frente a la portería tras repeler un tiro y Sergio Arribas, completamente solo, no perdonó en el segundo intentó y definió a placer tras regatear al cancerbero.

La herida siguió supurando en un bochornoso espectáculo. En el 57, el 3-1 con un error de Zaldua cuando, al querer ceder de cabeza a David Gil, marcó de cabeza en propia puerta.

El Cádiz CF se borró en una lamentable segunda parte, como si no hubiese comparecido sobre el césped. Cabe preguntarse sin los jugadores respetaron el escudo. Ni un rastro de dignidad. La realidad fue el cuadro gaditano fue goleado sin piedad por un rival al que le bastó con un pisar un poco el acelerador para anotarse los tres puntos con holgura.

Alguien puede pensar que el equipo amarillo careció de profesionalidad en el segundo acto. Fue un juguete roto que pudo haberse llevado una goleada de escándalo. En el 62, David Gil sacó un mano a mano con Arribas. Nada pudo hacer el arquero en el 65 por evitar el gol de Luis Suárez, que definió a placer desde el corazón del área tras un pase de Jonathan Viera.

En pleno hundimiento cadista, Luis Suárez repitió diana en el 70 al rematar un balón suelto en el área. 5-1 Cinco goles en 25 minutos, una media de un cada cinco minutos. Pero ahí no acabó la cosa.

El partido se volvió loco. Los gaditanos se fueron arriba sin criterio. Nadie iba a balón con un mínimo de intensidad. Nadie fijaba marcas. Todo un desastre. En el 85, Arribas hizo el sexto tanto de los locales. Lo mejor que podía pasar era el pitido final. Antes, el debut del canterano Borja Vázquez y alguna ocasión.

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