Cádiz CF

Antes de meta, los Pirineos

  • El equipo amarillo afronta el tramo final de la competición liguera con cuatro próximos encuentros muy complicados ante rivales directos en la lucha por los puestos de honor

Lekic pugna por alto con David García y Oier durante el partido disputado en Pamplona ante Osasuna, rival que visitará el Ramón de Carranza dentro de tres jornadas.

Lekic pugna por alto con David García y Oier durante el partido disputado en Pamplona ante Osasuna, rival que visitará el Ramón de Carranza dentro de tres jornadas.

El Cádiz afronta la recta final de la temporada, la última parte del curso, en las mejores condiciones posibles para abordar el segundo objetivo después de alcanzar, una vez más con holgura, el de la permanencia en Segunda B. El play-off de ascenso se antoja un reto accesible, complicado pero ni mucho menos imposible. Los más osados incluso se atreven a hablar de ascenso directo, aunque lo cierto es que las dos primeras plazas, la segunda en realidad porque el liderato parece ya cosa de Osasuna, se vislumbra como un listón acaso demasiado alto.

Los amarillos llegarán a la 37ª jornada, en la que reciben este próximo lunes al Málaga en el Ramón de Carranza, con 60 puntos, una renta de cuatro puntos sobre el séptimo clasificado y siete de desventaja respecto al segundo. Los números revelan que se hallan en disposición tanto de pelear por el salto directo a Primera División como de caer al precipicio de quedarse fuera de la fase de ascenso.

Tras la cita del lunes con el Málaga, el siguiente fin de semana aguarda la visita al Deportivo

Sin embargo, el sentido común invita a la prudencia porque lo que aguarda en el horizonte a los pupilos de Álvaro Cervera no es cualquier cosa. De hecho, tras el desplazamiento del pasado domingo a tierras madrileñas, en donde sólo pudieron sacar un punto de su visita al Rayo Majadahonda, el titular de la Tacita afrontará lo que en la jerga ciclista equivaldría al paso por los Alpes o los Pirineos, con cuatro duelos seguidos ante rivales directos en la pugna por la zona noble como son Málaga, Deportivo, Osasuna y Granada.

El técnico cadista no ha ocultado en los últimos tiempos su enfado por lo que considera un exceso, una queja que verbaliza al entender que, desde dentro y desde fuera, se impone el reto del play-off como una obligación. Nada más lejos de la realidad. El objetivo marcado está conseguido pero el cadismo tiene todo el derecho del mundo a soñar, a ilusionarse. ¿Que eso implica un plus de presión? De acuerdo. Pero de ahí a hablar de obligación media un abismo.

En todo caso, el propio entrenador puede sentirse en el deber de liderar la lucha por acabar entre los seis mejores porque la plantilla posee potencial para ello y porque en el mercado de invierno el club hizo un esfuerzo importante para incorporar al futbolista más desequilibrante de la categoría, un Darwin Machís que a base de goles decisivos, y asistencias como la del último fin de semana a Rennella, ha dado la razón a los que apostaron firmemente por él.

El mes de mayo se cerrará con la llegada del líder Osasuna a Carranza y la salida a Granada

Cervera lo fía todo a su sistema defensivo pero, paradójicamente, el Cádiz destaca más como equipo goleador (50), el segundo de LaLiga 1|2|3, sólo superado por Osasuna (52), que como bloque poco goleado, faceta en la que, con 31 encajados, marcha por detrás de Granada (23), Málaga (28), Albacete (30), Deportivo (30) y Sporting (30). De aquí al final habría de marcarse como misión encontrar el punto de equilibrio necesario para hacer frente a los Tourmalet que se avecinan.

El primero de los puertos de categoría especial que habrán de sortear los hombres de Cervera es un Málaga que llega con la soga al cuello, después de verse entre los mejores todos el curso, incluso en lo más alto de la tabla clasificatoria, y en las últimas fechas encontrarse coqueteando con la posibilidad de quedarse fuera de los elegidos. El cambio de entrenador pareció surtir efecto con la goleada firmada en Alcorcón, pero la victoria del Mallorca en La Rosaleda ha devuelto a los blanquiazules a la cruda realidad. En la capital de la Costa del Sol pintan bastos y se observa la salida a la Tacita como un examen final. Con los perseguidores acelerando, el empate podría no bastar ni a unos ni a otros, aunque en el caso del Cádiz le serviría para permanecer una jornada más en puestos de play-off, siempre y cuando el Deportivo no gane en Zaragoza con un marcador que le permita limar la diferencia que ahora mismo existe en el goal-average general (50-31 y 45-30).

Precisamente los gallegos serán protagonistas en las siguientes rampas que deberán afrontar los amarillos, en la 38ª jornada, una visita a Riazor que podría marcar el futuro de ambas escuadras. El conjunto de La Coruña también ha estado ocupando durante toda la campaña plazas de la zona alta, pero en las últimas semanas se ha visto apartado y abocado a pelear por acceder a los seis primeros puestos. Su condición de favorito ha quedado en entredicho, pero el escudo y la historia siguen pesando lo suyo. Mal adversario para jugarse las habichuelas, sin duda.

La tercera cota imponente la representará la llegada a Carranza, en la 39ª jornada, nada menos que del Osasuna, el mejor de la competición en la segunda vuelta y con pie y medio en la élite del fútbol español. De hecho, aunque el horizonte aparece temible también por la presencia de los navarros, la posibilidad de que viaje a la capital gaditana con el ascenso en el bolsillo, circunstancia matemáticamente posible, convertiría la cita en algo muy distinto. Desde luego, la tensión de un equipo inmerso en semejante fiesta no sería ni por asomo la misma.

Finalmente, el paso por los Pirineos concluiría con otro puerto fuera de categoría, la visita al Nuevo Los Cármenes en la 40ª jornada, en donde aguardará un Granada que en estos momentos parece tener bastante atado el play-off pero que, desde la segunda posición actual, sin duda aspira a subir directamente. Más allá del potencial de los rojiblancos, también influirá mucho para el duelo la situación en la que se hallen. Al igual que pasa con Osasuna, si llegado el día ya tuvieran en su mano el ascenso directo, todo cambiaría.

Ahora bien, tanto en el caso de Osasuna como de Granada, si el choque con el Cádiz supone para ellos tres puntos claves para la consecución de su objetivo, entonces el encuentro se disputará a cara de perro y la dificultad se incrementará de manera sustancial para los amarillos.

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