Cádiz CF

Cuatro goles marcados en las últimas dos jornadas para sumar un solo punto

  • El Cádiz recupera el olfato anotador pero pierde la solidez en una defensa convertida en coladero

Cuando un problema parece solucionado, de repente aparece otro dolor de cabeza Hasta hace bien poco, el Cádiz se caracterizaba por ser un equipo sólido al que resultaba harto difícil hacer un gol. De hecho, en las seis primeras jornadas de la segunda vuelta llegó a ser la escuadra menos menos goleada del grupo IV, -y la cuarta de toda Segunda División B-, con sólo dos tantos recibidos desde el pasado 13 de enero (ante el Loja y frente a la Balona, las dos veces a domicilio).

La robustez defensiva parecía un hecho -llegó a hilvanar tres encuentros sin recibir un tanto- hasta que el Cádiz perdió los papeles en su visita al Sevilla Atlético al tirar por la borda la ventaja de 1-2 con la que se marchó al descanso para terminar cayendo por 3-2 con una sensación de poca resistencia en el sistema defensivo.

Una semana más tarde, el conjunto amarillo volvía a marcar dos tantos que esta vez servían para neutralizar los dos obtenidos por el UCAM Murcia en la primera mitad. Otros par de goles anotados para sumar un total de cuatro y solo punto de seis después de recibir cinco dianas. La eficacia en ataque coincidió con la debacle en la retaguardia.

En Sevilla se achacó la debilidad defensiva a las ausencia de Raúl Albentosa -estaba sancionado- en el eje de la zaga, aunque con el valenciano en el campo ante el UCAM Murcia, Aulestia tuvo que recoger dos veces el balón de la portería. La defensa volvió a fallar en los dos goles visitantes, el primero a la salida de un saques de esquina y el segundo producto de un error de bulto en el centro de la zaga, que abrió un pasillo para que el delantero del cuadro universitario se colara a placer hasta las mismas narices del cancerbero cadista.

Los problemas en defensa dan la cara de manera paralela al desatasco en ataque. El Cádiz no conseguía ver puerta con claridad y le costaba sacar adelante los partidos. De hecho, derrotó por la mínima a Villanovense -a balón parado- y San Roque de Lepe y tardó en cerrar el encuentro ante el colista Betis B (2-0). La tendencia ha cambiado en las dos últimas jornadas en las que el Cádiz ha visto más grande la portería contraria. El pasado domingo, contra el UCAM, los amarillos se espabilaron en una segunda parte en la que hicieron dos goles y estuvieron cerca de lograr el tercero. Si el ataque funcionara más allá de una mitad -los dos goles marcados en Sevilla fueron en la primera parte-, el futuro sería más prometedor.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios