Betis B-Cádiz

Más líder todavía (1-2)

  • Reacción El cuadro amarillo sale reforzado del Benito Villamarín tras remontar con autoridad al filial bético en una gran segunda mitad Decisivo Akinsola, con un doblete, recupera su instinto goleador

Brazos en alto, puños cerrados. Abrazos en el centro del campo y saludos a la fiel hinchada por su incondicional apoyo. Los jugadores del Cádiz celebraron con más ganas que nunca una trabajada victoria frente al Betis B después de tirar a la basura una primera parte para olvidar que dio paso a una segunda casi perfecto con el que los amarillos sumaron tres puntos vitales ante un rival directo al que deja ya a nueve puntos.  

Y es que el conjunto de Jose González se marchó del estadio Benito Villamarín más líder todavía, con seis puntos de ventaja sobre el segundo clasificado -la Balona, su próximo adversario-. El instinto goleador de Akinsola despertó a  tiempo para que el mejor equipo del grupo asestara un golpe de autoridad que le acerca un poco más al primer objetivo de quedar campeón de la fase regular. 

Los amarillos borraron del mapa a los verdiblancos tras el descanso. En realidad se vivieron dos partidos en uno. Los cachorros de Heliópolis salieron más despiertos y a los dos minutos ya mandaban en el marcador. Sergio aprovechaba la lentitud de la zaga visitante para batir a Aulestia desde la frontal del área con un disparo suave con el pie izquierdo.

Mal empezaba la película para un Cádiz que, no obstante, tenía todo el partido por delante para remontar. La empresa no era nada fácil. Los béticos, que practican el juego más vistoso del  grupo IV, escondían el balón con un fútbol de salón que apenas dejaba margen para que  los amarillos consiguieran dar más de tres toques seguidos.

Peor se le podían haber puesto las cosas a los gaditanos al filo del minuto 20, pero la providencial aparición de Aulestia evitaba el 2-0 al desviar el meta vasco a córner un tiro a bocajarro de Eloy en boca de gol. El Betis B era el claro dominador del choque ante un líder que no demostraba las razones de su privilegiada posición.

Sólo algunos chispazos a la contra podían dar alguna opción a los hombres de Jose González, que aunque lo intentaban no llegaban a tirar a puerta. El cancerbero local apenas se estiraba para capturar un par de centros.

Los locales no sólo destacaban por su juego de tiqui taca; sus veloces contras agujereaban la defensa amarilla y en una de ellas, Bernal se topaba de nuevo con Aulestia pasada la media hora de partido.

Los visitantes no tiraba entre los tres palos ni por asomo. El disparo más cercano a los dominios de Antonio en la primera parte partía a balón parado, pero ni aun así. La falta lanzada por Góngora se escapaba por encima del larguero. Un centro de Ferreiro al que no llegaba Akinsola de Cabeza por milímetros cerraba una primera parte decepcionante.

El descanso resultaba vitamínico para un Cádiz más metido en el partido al inicio de la segunda mitad. Los amarillos se iban arriba a presionar la salida del balón y metían en su campo a los de Heliópolis. La clave estaba en que los béticos no movieran la pelota. La primera ocasión amarilla no tardaba en llegar. Ferreira centraba desde la derecha y Akinsola remataba muy desviado cuando estaba cerca de la portería local.

Tuvieron que pasar 55 minutos para que el Cádiz disparara a puerta. Un derechazo de Caballero moría en las manos de Antonio poco antes de que el empate fuera una realidad en el segundo disparo al cuarto de hora del segundo acto. Akinsola se redimía su anterior remate fallido para firmar un tanto de bella factura. Góngora sacaba de banda al interior del área bética, el nigeriano controlaba y lanzaba un misil que se colaba en la portería local.

El Cádiz reaccionaba a tiempo. El partido comenzaba de nuevo, pero esta vez el líder en nada se parecía al desastrosa escuadra de la primera parte. Y tanto. En el ecuador de la segunda, Akinsola, otra vez él, consumaba la remontada con un gol de bella factura. El africano aprovechaba el magnífico servicio de Ferreiro para ganar el mano a mano con Antonio. El Cádiz le daba la vuelta la tortilla en veintidós minutos. Y no sólo al marcador. Era el amo y señor del campo con la autoridad del que ejerce el liderato.

Con Akinsola en estado de gracia, los gaditanos disfrutaban de ocasiones para cerrar el partido. El africano tenía dos en un minuto que hubieran supuesto la puntilla. En la primera se encontraba con el acierto de Antonio, y en la segunda no llegaba a un centro de Ikechi.

Jose González ponía más músculo en el centro del campo con Moke en lugar de Caballero, y Dioni refrescaba la zona tres cuartos por Cases. Los locales apretaban en la recta final, aunque no sufría demasiado el Cádiz ante un filial bético que se había desinflado mucho antes. A los amarillos les bastaba el orden defensivo para dejar pasar el tiempo e incluso hacer alguna contra con Akinsola -quién si no- como protagonista. 

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