Media hora de juego. El Cádiz controla el partido, da la sensación de que es superior a su rival, pero no encuentra la manera de abrir la lata, el acto más complicado en el quehacer de cada partido. En una acción por la derecha, Enrique centra al interior del área y un defensor toca el balón con el brazo. El árbitro reacciona al instante y señala el punto de penalti. El extremeño se lo guisa y se lo come. Propicia la pena máxima y marca el primer gol que se convierte en el faro que guía la victoria amarilla en una visita al terreno del Lorca Atlético que termina con un escandaloso 0-4.

El '8' del Cádiz se mueve como pez en el agua por la derecha, la izquierda o el centro del ataque. En el estadio Artés Carrasco apareció por todas partes y hasta pudo haber firmado un hat trick con un poco más de fortuna. Al final fueron dos, que no son pocos, con los que se coloca en solitario como máximo artillero del equipo con diez tantos, dos más que Pachón.

Enrique estuvo muy presente no sólo en las jugadas ofensivas. Cuando la escuadra cadista se colocó 0-2 en el marcador era inevitable que apareciera el recuerdo todavía reciente de Écija. Fue en ese momento cuando el interior señaló a sus compañeros el luminoso para advertirles de que debían llegar al intermedio con esa holgada ventaja. Y el Cádiz supo mantener a raya a su adversario. Había aprendido la lección y además demostró solvencia para cerrar el partido en la segunda mitad y curar las heridas producidas por autolesiones en un marzo hierático que había generado mil y una dudas.

Enrique restaba importancia a los dos goles conseguidos contra el conjunto lorquino. Se centraba más en la clave colectiva que en la individual. "Estoy contento por los goles y por ayudar al equipo", apuntaba después del encuentro. Y comentaba la ocasión desperdiciada en la que tuvo cerca el hat trick cuando se quedó solo delante del meta local. "Escuché a Velasco y prefería que lo metiera él, pero el balón corrió mucho. En esa jugada se notó que no soy delantero", apostillaba a modo de broma.

El extremeño resaltaba la importancia de los tres puntos obtenidos, que además servían para romper la mala racha. "El equipo necesita sumar triunfos y había que empezar por este". En su opinión, contra el Lorca "fuimos superiores, cosechamos un resultado abultado que pudo ser aún mayor".

Y a la vez que mostraba su satisfacción, lanzaba un aviso para que nadie pueda caer en la tentación del exceso de confianza. "Es para estar contentos por este triunfo, pero ojo porque no hemos hecho nada". Así, "ahora toca disfrutar un poco y enseguida a pensar en el próximo partido".

"Volvemos a estar ahí", afirmaba Enrique a la hora de valorar el regreso a la cuarta posición, una de las que concede el privilegio de disputar la fase de ascenso. "Varios de los rivales directos han pinchado y lo hemos aprovechado. Ahora hay que seguir peleando", añadía antes de avisar de nuevo: "Si volvemos a perder o empatar...". La experiencia es un grado y debe servir para no cometer más errores.