Se acabó la celebración de la victoria sobre el Atlético de Madrid. La Liga no detiene su marcha y el Cádiz CF pone los cinco sentidos en el siguiente compromiso que le lleva al norte de España para enfrentarse a la Real Sociedad (21 horas).

El choque entre ambas escuadras inaugura el 29º capítulo del campeonato en el Reale Arena el viernes 15 de marzo. Cada una pelea por un objetivo diferente. La anfitriona, por una plaza europea. La visitante está inmersa en la lucha por la permanencia.

El cuadro donostiarra ocupa la sexta posición, la que da acceso a la Conference League, con 43 puntos, lejos de la quinta (a diez) y con el Betis pisándole los talones (séptimo con 42). El Cádiz CF reside en la 18ª con 22 puntos, a dos de la salvación y por tanto obligado a seguir sumando en plena segunda vuelta.

Es un partido importante para los dos equipos. En el caso de los amarillos, necesitan ganar para tratar de escalar un puesto o al menos no quedarse descolgado en la dura contienda que se libra en la parte baja de la clasificación.

En la primera vuelta, el envite entre ambos conjuntos disputado en el estadio Nuevo Mirandilla el pasado 21 de diciembre se resolvió con empate sin goles (18ª jornada).

El plan semanal de trabajo es atípico al jugarse el encuentro el viernes con un desplazamiento de por medio. El cuerpo técnico ha programado cuatro sesiones para preparar la cita. La plantilla tiene previsto ejercitarse por la mañana cada día entre el lunes y el jueves en la Ciudad Deportiva de El Rosal (en Puerto Real) con la intención de preparar de la mejor manera posible un partido bastante difícil frente a uno de los mejores rivales del campeonato. Como es habitual, todas las sesiones se desarrollan a puerta cerrada.

Unas horas después del encuentro, el equipo amarillo tiene previsto entrenarse el sábado en las instalaciones de Zubieta (a partir de las 11:20 horas) antes de emprender el viaje de vuelta. El domingo, descanso a la espera de que acabe la jornada con los partidos de los rivales directos.